El soldado que se encuentra en la lista de los 43 normalistas desaparecidos, es el último militar de un total de cinco que han desaparecido en la zona donde ocurrieron los hechos la madrugada del 27 de septiembre de 2014.

 

Entre el 21 de septiembre de 2009 y la fecha en que los normalistas fueron “levantados” en Iguala, el Ejército tiene el registro de 21 elementos que han desaparecido en todo el estado.

 

Julio César López Patolzin es el efectivo castrense que estudiaba en la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”y que desapareció con los otros 42 estudiantes, pero su caso no es el único.

 

En octubre de 2010 la Sedena perdió el rastro a tres elementos castrenses en Iguala, lugar donde los normalistas tomaron los cinco autobuses.

 

El 16 de octubre de 2013 un soldado desapareció en Cocula, donde presuntamente la Policía municipal operó bajo las órdenes del grupo criminal Guerreros Unidos. En ese municipio también se ubica el basurero en el que supuestamente quemaron a algunos de los normalistas y el río San Juan donde los peritos de la Procuraduría General de la República encontraron una bolsa con restos óseos del normalista Alexander Mora Venancio.

 

El militar desaparecido en Cocula es el único de este grupo que ha sido localizado, pero está muerto. De los demás no se sabe nada aún.

 

Otros cuatro militares desaparecieron en la capital del estado, Chilpancingo, de los cuales uno fue hallado muerto y tres fueron localizados vivos.

 

El último soldado que desapareció fue López Patolzin quien, de acuerdo con la información que la Sedena entregó a 24 HORAS a través de una solicitud de información, se supo de él por última vez  en Tixtla, municipio donde se localiza la Normal de Ayotzinapa.

 

El General Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional, confirmó en el noticiario Primero Noticias que el soldado López Patolzin es uno de los 43 normalistas desaparecidos.

guerrero

Debo reconocer que estamos hablando prácticamente de la misma persona, pero esto no es nada extraño porque los comandantes de los diferentes niveles tienen la autorización, por reglamento, de que aquellos jóvenes que quieran estudiar y no interfiera en su actividad de servicio, les autoricen, y a este muchacho le autorizaron estudiar. Él tenía dos o tres meses de haber ingresado a la Normal y quería estudiar para maestro, hago la aclaración porque dicen que a lo mejor era alguien que estaba sirviendo de espía, en dos o tres meses que tenía, pues no podría haber servido para nada”, subrayó el general secretario.