GUATEMALA. El presidente de Guatemala, Alejandro Maldonado, anunció hoy que el Gobierno se hará cargo, “directamente”, de la construcción de nuevas viviendas para los afectados por el alud que el pasado jueves arrasó con un asentamiento en El Cambray II y dejó 220 muertos.
El mandatario aseguró, tras una reunión del Gabinete en Casa Presidencia, que la decisión adoptada implica que no se harán “contratos ni adjudicaciones a empresas”, sino que a través de la cooperación de todos los ministerios se procederá a la construcción.
Por el momento, no se ha determinado en qué terrenos se ubicarán los nuevos hogares de los cientos de damnificados, de los que todavía no hay una cifra oficial.
El deslizamiento de tierras que enterró a unas 125 viviendas en el municipio de Santa Catarina Pinula se saldó, según datos oficiales, con al menos 220 muertos, de los que muchos -no detallaron número- están sin identificar debido a que son solo restos humanos.
Hasta el momento, unas 368 personas permanecen albergadas en diferentes puntos y las autoridades continúan buscando a los desaparecidos, que calculan son 300.
El mandatario guatemalteco, quien tomó posesión de su cargo el pasado 3 de septiembre tras la renuncia de Otto Pérez Molina por supuestos actos de corrupción, reconoció que este proceso llevará su tiempo, pero que las instrucciones es que todo “sea muy rápido y sin burocratización”.
Los recursos para la construcción de estas viviendas pueden proceder de la cooperación internacional y del propio presupuesto, todos los sean “necesarios” porque la prioridad es ayudar a esa gente “que se quedó sin nada” con “sentido humano”.
“Todo el Gobierno está comprometido a trabajar los más pronto posible”, proclamó Maldonado, quien se excusó, con cierto sarcasmo, por no poder ponerse de pie para saludarlos después de su operación de rodilla: “Pero dentro de poco podré hacerlo”.
Los supervivientes perdieron sus hogares y todos sus bienes materiales a causa del derrumbe, que se originó por la erosión de una montaña aledaña y que enterró las viviendas a más de 25 metros de profundidad, debajo de toneladas de tierra que los equipo de rescate continuaron removiendo para buscar a más víctimas.
El Congreso también aprobó la entrega de 20 millones de quetzales (2,59 millones de dólares) como ayuda para los perjudicados, ya que dejó inhabitable el lugar y tiene en riesgo otros barrios cercanos.
La Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala, Valerie Julliand, dijo hoy que en esta tragedia no se tomaron determinadas acciones.
“Vemos que hay una necesidad de tener un trabajo mejor por parte de las instituciones. Hay acciones que no fueron tomadas”, manifestó y agregó que “podemos aprender mucho” de circunstancias como ésta.
“Hablamos del desastre como si fuera solamente un desastre natural, pero lo que pasó en Santa Catarina Pinula va más allá”, enfatizó la representante de la ONU.
Reconoció que durante las últimas semanas “hubo lluvias muy fuertes”, pero agregó que es “importante” que las instituciones del Estado “trabajen mejor, hagan mejor su trabajo y que las leyes sean respetadas”.
La estatal Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) ya había advertido en varias ocasiones del riesgo que había en esa zona, que tenía “socavación y erosión en terrenos y viviendas”, debido a las crecidas del río Pinula sufridas durante varios años.
Por ello, recomendaba reubicar la comunidad en su totalidad o, al menos, las viviendas ubicadas al borde del caudal.
Las causas de este deslizamiento de tierra, que se registró el pasado jueves en El Cambray II, a unos 22 kilómetros de la capital, serán investigadas por la Fiscalía de Guatemala, quien busca depurar responsabilidades penales.
El Ministro de Educación, Rubén Alfonso Ramírez Enríquez, anunció hoy que fueron suspendidas las clases en la Escuela número 810 en Santa Catarina Pinula para preprimaria y primaria, debido a que los estudiantes se encuentran afectados “emocional y psicológicamente” por el alud.
Por ello, indicó que se decidió sumar “las notas de los trimestres anteriores para obtener la calificación final, lo cual permita a los estudiantes continuar en el grado superior el próximo año”.
Los maestros tienen hasta el 10 de noviembre para entregar sus cuadros de notas finales.
De acuerdo con registros oficiales, en dicho establecimiento, que ahora es utilizado como albergue para los afectados del alud, están inscritos 963 alumnos en la jornada matutina y 473 en la vespertina, para un total de 1,436.
Hasta el momento, dos alumnos de ese centro educativo fallecieron, un niño de párvulos y una niña de cuatro grado primaria.
De acuerdo a fotos publicadas por los bomberos voluntarios, este miércoles se rescató en el lugar de la desgracia “medallas y uniformes del atleta (de squash) Qainy Bonilla”, fallecido en el lugar de los hechos.
Las labores de búsqueda de este miércoles fueron suspendidas en la zona cero, que según el Consejo Nacional de Áreas Protegidas abarca una superficie similar a 20 canchas de baloncesto.
El trabajo se reanudará mañana siempre que las condiciones climáticas y de seguridad lo permitan.