Para 2050 México, como otras economías emergentes, tendrá una mayor población de más de 65 años de edad y en el caso específico del país habrá una persona pensionada por dos que contribuyan a su pensión, lo que significa una enorme presión al sistema de seguridad social del país si no se llevan a cabo cambios que incentiven una mayor contribución para su retiro.
Roberto Walker, presidente de Principal Internacional para Latinoamérica comentó que este problema tendrá un costo muy elevado para las finanzas del país, que se traducirá en un “problema social muy importante”.
Entrevistado al término de la presentación del estudio “Envejecimiento global y la seguridad previsional en las economías emergentes”, dijo que en la actualidad los trabajadores mexicanos deberían ahorrar entre 18% y 20% de su salario, pero la realidad es que las personas tienen un ahorro obligatorio de apenas 6.5%.
Comentó que el tema principal es explicar a los jóvenes la importancia del ahorro, debido a que si no se generan los mecanismos eficientes para las que nuevas generaciones –como el caso de los llamados millennnial- prevean su futuro, en el largo plazo enfrentarán “la bomba demográfica”, lo que significa que no habrá dinero en el Seguro Social para pagar las cuentas.
“Hay un tema del Seguro Social hoy en día en que los beneficios no están necesariamente alineados con el esfuerzo que hizo la persona en su trabajo durante su época activa, pueden dar menos de lo que aportó”, expresó.
Este es un tema muy sensible, debido a que se tendrá una persona jubilada por cada dos en edad de trabajar, de ahí la importancia de desarrollar un mecanismo de ahorro que ayude a financiar ese cambio demográfico hacia adelante, aseveró.
Richard Jackson, presidente y fundador de Global Agin Institute (GAI), comentó que México necesita robustecer su sistema de pensiones y hacerlo más sostenible para evitar una catástrofe social, esto porque en la actualidad la contribución obligatoria es de las más bajas, de 6.5%, con una población que empieza envejecer y otra parte en la informalidad laboral.
Durante la presentación del estudio, el especialista comentó que el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) tiene que armar un esquema más sostenible, como puede ser el aumento de la tasa de aportación obligatoria a niveles superiores a 15% con el fin de que la tasa de reemplazo llegue a más de 70%; en la actualidad con un ahorro forzoso de 6.5%, lo que recibirá el trabajador será el equivalente al 30% de su último salario.