La próxima semana los gobiernos de México y Costa Rica volverán a reunirse para tratar de llegar a un acuerdo sobre las diferencias sanitarias que hay en el tema del aguacate, mismas que mantienen cerrada la frontera del país centroamericano al producto mexicano desde el pasado 5 de mayo, informó Francisco Dall’Anese, director del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) de Costa Rica.
En los cinco meses que lleva el cierre de la frontera, Costa Rica (el cuarto importador de aguacate mexicano) ha dejado de consumir cinco toneladas de aguacate mexicano, lo que equivale a 20 millones de dólares para los productores mexicanos y 50 millones para los comerciantes del país centroamericano.
Sobre la reunión, Dall’Anese dijo que su país presentará una propuesta de protocolos sanitarios para evitar que la plaga de mancha de sol entre en los cargamentos de aguacate mexicano, pero debido a los antecedentes del diferendo ve poco probable que México lo acepte.