Héctor Hernández Bringas, funcionario de la Rectoría, cercano al rector José Narro Robles y aspirante a sucederlo para el periodo 2015-2019, es enfático cuando señala que la Junta de Gobierno es el mejor método para elegir al titular de la próxima administración y rechaza la opción que proponen grupos de estudiantes y académicos, que piden una elección abierta, con voto universal y secreto.
Asegura que permitir que la comunidad universitaria en su totalidad sea la que elija a sus autoridades y no la Junta de Gobierno, sería igual a abrirle las puertas a los grupos y partidos políticos que operan desde hace décadas al interior de la institución, principalmente a través de los estudiantes.
¿Cómo ha visto la contienda por la Rectoría?
Estoy seguro que es un proceso equitativo, muy bien conducido por la Junta de Gobierno, que ha planteado algunas novedades interesantes. Todos los candidatos tenemos la misma posibilidad, el piso está parejo y cualquiera que designe la Junta tendrá las capacidades, la experiencia y las credenciales más que suficientes para poder conducir los destinos de la UNAM.
¿Hay apoyos de la Rectoría?
El piso está parejo para todos. Independientemente de que algunos tengan la percepción de que quizás un grupo llevamos la delantera, eso lo va a decir la Junta de Gobierno y estoy seguro de que no hay candidatos de la Rectoría ni externos porque todos los candidatos somos universitarios.
¿Qué le dijo el rector Narro cuando le informó que lo quiere suceder en el cargo?
Estoy seguro que me dijo a mí lo mismo que les dijo a quienes se lo hayan preguntado. Yo conozco, admiro y estimo mucho al doctor Narro. La respuesta que me dio simplemente fue: “tienes el derecho, la capacidad, adelante”. La postura es de mucho respeto.
Como responsable de presupuestación de la UNAM, ¿usted sabe por qué el dinero no alcanza?
Si nos alcanza es porque lo administramos bien. Otro tema es ampliar las capacidades, no sólo en la UNAM, sino en el resto de las instituciones de Educación Superior. Para emprender nuevos proyectos son necesarios mayores compromisos por parte del Estado. No digo que no nos alcance, nos alcanza para atender la matrícula que tenemos, pero si queremos crecer y ofrecer más oportunidades, son necesarios más recursos.
¿En el trabajo del doctor Narro, a qué se le debe dar seguimiento?
Durante los años del doctor Narro la Universidad ha incrementado su matrícula en más de 45 mil alumnos. Ahora hay que profundizar los mecanismos para atender a esos alumnos, para que no se queden en condiciones de rezago, para que los maestros puedan tener procesos permanentes y regulares de actualización docente y mejorar las condiciones.
¿A qué se le debe dar marcha atrás?
En todo caso, reforzar. Diversificar los programas, hay que profundizar en la atención psico-emocional de los alumnos; continuar la renovación de la planta académica. La Universidad no se inventa de la noche a la mañana, siempre tiene oportunidad de mejorar sus condiciones.
¿Qué opina de la exigencia a la Junta de Gobierno para que transparente sus decisiones?
Así lo ha establecido la Junta. Yo no tengo duda de la imparcialidad de la Junta, ponderará las opiniones de la comunidad universitaria, tiene criterios para la definición y toma de decisiones, no es un proceso cerrado, la comunidad está participando.
En una Universidad del siglo XXI, esta negativa a abrirse ¿no es un retroceso?
Acepto que piensen estas cuestiones, pero no sólo están planteando esto. En realidad, están pidiendo un proceso de elecciones, de votación. Creo que eso sería muy dañino para la Universidad. Hay que ver las experiencias internacionales y lo que ha pasado. Antes de su Ley Orgánica existieron votaciones en la UNAM y eso llevó a situaciones de crisis insostenibles. Hoy por hoy, en países de América Latina existen universidades con ejercicio del voto por parte de alumnos y fíjate algo, se vuelven vulnerables a la participación de los partidos políticos, ¿tú crees que no va a ser apetecible para los partidos políticos la participación en un proceso de elección de rector? ¡Por supuesto que sí! Eso va a vulnerar la autonomía de la Universidad, porque entonces la elección del rector va a responder a los intereses del partido que logre imponer su votación.
¿Si se abrieran las votaciones al alumnado serían los partidos quienes decidieran?
Estos grupos no sólo están presentes en la Universidad, están presentes en el país y estoy absolutamente seguro que intentarían ganar terreno en la Universidad si se dieran este tipo de procesos. Lo digo porque eso ya ocurre en otros países y universidades donde el proceso sale de las manos de los universitarios para entrar en la arena de lo político y eso no lo debemos permitir.