Gabriel García Márquez (no el célebre escritor; qepd) realiza extraordinaria labor para mantener como anfitrión por excelencia el nuevo Champs Elysées de Campos Elíseos-Polanco, donde se reúnen celebridades como los Miguel Alemán (Velasco y Magnani); Joaquín López Dóriga, Emilio Gamboa, Jorge González, y otros que eran asiduos al Champ’s de Paquita Buttei. La competencia en Polanco en el ramo gastronómico es aguda y unos triunfan y otros tienen que cerrar, mientras llegan nuevos empresarios para abrir otros espacios culinarios. Sí, la rebatinga. Pero el chef Patrick Louis me comentó que el sitio es para 80 personas, sumando un salón privado para ocho personas, y el costo promedio es de 850-900 más vinos o licores.
Su decoración es contemporánea moderna. El célebre Champ’s, fundado en 1965, donde acudía lo más granado de la sociedad mexicana de entonces, siempre fue considerado el lugar por excelencia de la cocina francesa tradicional de la capital mexicana. El Amba y el Jena no se le acercaban. Hoy, existen otros franceses como el Charlotte, Francessimo, Pied de Cochon, Les Moustaches, etcétera. Recomiendo que prueben ensalada Caprese, bacalao fresco rostizado, salón “en croute”, huachinango rostizado (gachupín a la provenzal) y un róbalo al horno, entre otras delicias, como dos postres que recomiendo, pastel de queso con su coulis de frutas del bosque; o L’Opera de caramelo y chocolate amargo. Este nuevo grupo del Champ’s Elysées de Polanco es sumamente profesional y ha sido objeto de reportajes en diarios y revistas nacionales y extranjeros. Mi recomendación, háblele a García Márquez al 52806364 o vaya a Campos Elíseos 295. Cuentan con área de fumar.
Otros fogones o restaurantes de altura
Los otros feudos que también se pusieron las “pilas”: los Cosío contrataron a Guy Santoro para que lanzara el
Almara de cocina mediterránea (ubicado en Varsovia con Hamburgo). Sus entradas (una de ellas, terrina de foie gras de pato con higo caramelizado al vino tinto), ensaladas (mosaico colorido de legumbres), sopas de pescado al anís, pastas (fettucini al gusto, risotto cremoso de hongos, champiñón, portobello, seta y trufa), pescados (lomo de róbalo o lenguado al meuniere), platos vegetarianos, carnes y aves (estofado de ternera o el lechón lechal), y los tradicionales complementos.
Otro feudo que está ubicado a una cuadra de la Defensa Nacional es el Puntal que ahora dirige Pedro San Román, donde acuden hombres de negocios de la zona. Está cerca de Palmas. Ahí abundan los platillos de jamones/embutidos; entradas, huevos rotos, ensaladas, sopas/arroces, pecados y carnes. Es comida principalmente vasca. Y doblando la hoja, el restaurante Charrúa también entró de lleno en el gusto de los comensales de la colonia Roma y Condesa, gracias a la excelente atención de mi amigo Fernando Novo y a sus platillos uruguayos que, en algunos casos, se asemejan a los de sus “hermanos” argentinos. El jugo de carne es de auuupaaa. También abundan las cremas y las ensaladas Charrúa, Caprese, Griega, Verde y José Ignacio Gourmet son la delicia para las modelos o bellas mujeres que viven por la zona y desean mantenerse en línea.
Finalmente, tanto el Capital Grille-Reforma (Paseo de la reforma 250, de la familia Vargas, donde también cuentan con el Olive Garden) como el Catamundi-Polanco (Alejandro Dumas 83) son otras oportunidades para comensales exigentes. No son baratos. Se convirtieron en lugares de moda rápidamente. Por ejemplo, en el Capital Grille uno encuentra un buen por ciento de los senadores de la República, y en el Catamundi, además de ser un restaurante moderno contemporáneo, cuentan con una tienda gourmet tipo City Market. Y hasta la próxima, ¡abur!
LOS MEJORES HOTELES Y DESTINOS
La Ciudad de Nueva York, el destino que apasiona a ciclistas, celebridades y turistas plurales
Ciudades como Nueva York han recurrido al ciclismo por las principales calles de ésta famosa metrópoli que vive diariamente la intensidad del tráfico. Se observa que la población ciclista aumenta cada día más, con sus respectivos problemas, pero se podría pensar que en poco tiempo el uso de la bicicleta se puede convertir en el recurso para hacer turismo en Nueva York, porque es un destino que no pasa de moda y donde cada vez acuden más viajeros o aficionados al ciclismo, además de celebridades, que buscan el mejor entretenimiento en la Gran Manzana, aunque la mayoría de los neoyorkinos no utilizan este sobrenombre que nació en el año de 1920, gracias a la idea de John J. Fitz Gerald.
Todo lleva un proceso porque el auge de la bicicleta se dio a finales del siglo XIX en Nueva York y en la zona del Brooklyn. La bicicleta se posicionó como atractivo turístico por la organización de carreras urbanas —una de ellas, en la Pelham Parkway—. Las carreras más célebres se realizaron en diversos puntos de la ciudad neoyorkina. Sobre todo, en los alrededores del Madison Square Garden, una de las más famosas.