PHOENIX. Los abusos cometidos contra automovilistas que cruzan por los puntos de inspección carretera de la Patrulla Fronteriza en el sur de Arizona, alcanzan “niveles epidémicos”, según la Unión de Libertades Civiles de América (ACLU).
En su reporte “Registro de Abuso: La anarquía y la impunidad en las Operaciones Interiores de la Patrulla Fronteriza”, la ACLU menciona “ejemplos recurrentes” de agentes que realizan detecciones y búsquedas” injustificadas.
Esas acciones aterrorizan a los pasajeros en los puntos de control y en los patrullajes itinerantes realizados lejos de la frontera, en el interior de la entidad.
El informe, sustentado en registros gubernamentales obtenidos por la ACLU a través de una solicitud con base en la Ley de Libertad de Información (FOIA), revela una falta sistémica de supervisión y rendición de cuentas para los agentes que violan los derechos civiles y constitucionales de los automovilistas.
“Los propios registros de la Patrulla Fronteriza muestran que las prácticas policiales (…) a menudo resultan en abusos contra los residentes de la frontera ,sin consecuencias para los agentes implicados”, dijo James Lyall, abogado de la ACLU en Arizona.
Entre los abusos más comunes que ocurren en los puntos de inspección carretera en el sur de Arizona, destacan: el amenazar a los automovilistas con rifles de asalto, armas de electrochoque y cuchillos y la destrucción y confiscación de bienes personales.
También allanamientos y detenciones de personas inocentes como resultado de decenas de falsas alertas sobre cargamentos de drogas producidos por los perros olfateadores de la Patrulla Fronteriza.
El reporte documenta también múltiples actos en los que los agentes fronterizos impiden a las personas realizar grabaciones de video para documentar los abusos.
Los registros de abuso, superan por mucho el número total de quejas que los organismos de supervisión interna del Departamento de Seguridad Nacional dan a conocer al Congreso, destacó el informe.
La Patrulla Fronteriza no registra cuando para a un automovilista y esta acción no conduce a una detención, ni tampoco se reportan las alertas falsas de los perros olfateadores de drogas que llevan a las búsquedas de sospechosos inocentes.
Lyall dijo que la falta de documentación de este tipo de incidentes por parte de la Patrulla Fronteriza, dificultó la elaboración del reporte.
Lo que la ACLU pudo documentar, proviene de las aproximadamente seis mil páginas de documentos que logró obtener tras haber interpuesto la solicitud de FOIA sobre las quejas presentadas por los residentes y automovilistas en las carreteras del sur de Arizona entre 2011 y 2014.
Sin embargo, esto puede ser sólo una fracción del problema. “Es la experiencia de la ACLU que la mayoría de las personas, cuyos derechos son violados por los agentes de la Patrulla Fronteriza nunca interponen una queja formal”, señala el reporte.