Ucrania anunció hoy que retirará a partir de este domingo el armamento pesado de la región de Donetsk, pese al aplazamiento anunciado por los separatistas prorrusos, que acusan a Kiev de varios ataques contra sus posiciones.
“A partir de mañana debe comenzar la retirada de los cañones de menos de 100 milímetros y de los morteros de menos de 120 milímetros de calibre en la región de Donetsk”, dijo el portavoz militar de la presidencia ucraniana, Andréi Lisenko.
El militar destacó que la tregua que entró en vigor a principios de septiembre se respetó en las últimas 24 horas “de manera ejemplar” y que “ni un sólo soldado ucraniano murió o resultó herido”.
Por ello, el Estado Mayor del Ejército ucraniano ha decidido seguir adelante con sus planes en línea con los acuerdos de paz de Minsk.
Mientras, la autoproclamada república popular de Donetsk confirmó hoy que ha pospuesto hasta el 21 de octubre dicho repliegue escudándose en las violaciones del alto el fuego por parte de las fuerzas gubernamentales.
El representante insurgente, Eduard Basurin, precisó que el calendario de la retirada está siendo consensuado con la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), la garante del cumplimiento de los acuerdos de paz.
Al anunciar el aplazamiento de tres días, Basurin denunció el viernes dos incidentes en la zona del aeropuerto de Donetsk y un tercero con arma de fuego en Zaitsevo, localidad a unos 60 kilómetros al norte de la capital regional.
Ucrania y los separatistas procedieron el jueves a retirar los morteros del frente en la vecina región de Lugansk, un paso más en la creación de una zona desmilitarizada de 30 kilómetros entre ambos bandos en conflicto.
Ambos bandos acordaron a finales de septiembre en Minsk que iniciarían el repliegue del armamento en caso de que se cumpliera a rajatabla un cese del fuego de 48 horas, lo que fue confirmado tanto por Kiev como por los insurgentes.
Este proceso comenzó con la retirada de los tanques de la línea de separación de fuerzas, tras lo que siguió la artillería y, ahora, los morteros.
La retirada del armamento es considerado el principio del fin de la guerra en el este de Ucrania, que estalló en abril de 2014 cuando los prorrusos se sublevaron militarmente contra las nuevas autoridades que derrocaron al presidente, Víktor Yanukóvich.
Ese acuerdo de repliegue de armamento fue rubricado el 2 de octubre en París por Poroshenko y los presidentes de Rusia, Vladímir Putin; Francia, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, garantes de los acuerdos de paz de Minsk.
Con la excepción de alguna escaramuza aislada, desde la entrada en vigor a principios de septiembre un nueva tregua, en el este de Ucrania únicamente se han producido bajas debido a la explosión de minas.