AJALPAN. Los dos hombres que fueron linchados por pobladores en la plaza principal de este municipio eran los hermanos José Abraham y Rey David Copado Molina, de 35 y 25 años de edad, respectivamente, confirmó el edil Gustavo Lara Torres, quien no descartó que la tragedia tenga tintes políticos.

 

Por su parte el director de Seguridad Pública municipal, José Manuel González Hernández, refirió que alrededor de las 18:50 horas, en la calle Guerrero Sur, recibieron la alerta en que señalaban como responsables de una agresión contra una niña a los dos hermanos. Por lo que minutos después arribaron al lugar elementos policiacos.

 

Tanto José Abraham como Rey David explicaron que se trataba de un malentendido y aconsejaron al grupo de ciudadanos comunicarse con su supervisor, quien jamás tomó la llamada.

 

De esta manera, agregó el funcionario, los policías los condujeron a la comandancia no en calidad de detenidos sino para protegerlos de la gente. Incluso refirió que un grupo de pobladores acompañaron a los agentes hasta la Presidencia Municipal, en donde la niña presuntamente agredida llegó acompañada de su mamá para esclarecer los hechos y negar el ataque.

 

Ante ello, los pobladores quedaron inconformes con la versión de la pequeña y su familiar y decidieron irrumpir en la comandancia para sustraer a los hermanos. Para ese momento, explicó, se hallaban ya afuera del sitio unas mil 500 personas quienes arribaron tras ser avisados de una posible anomalía.

 

De acuerdo con lo señalado por el alcalde Gustavo Lara Torres, en particular había jóvenes con el rostro cubierto que forman parte de pandillas del lugar.

 

En la trifulca fueron heridos seis policías municipales, además de que los agentes fueron desarmados.

 

Los inconformes se llevaron un total de 14 armas de la comandancia, para posteriormente destrozar todo lo que hallaban a su paso.

 

La alcaldía fue saqueada, incendiada y destruyeron o robaron casi todo el equipo de cómputo.

 

Lara Torres dejó entrever la posibilidad de que el hecho fuera premeditado.

 

“Por la rapidez creo que fue un hecho incitado; en menos de 20 minutos, del traslado de la calle Guerrero Sur a la comandancia, ya había mucha gente, alguna identificada como parte de bandas delincuenciales contratadas por grupos opositores; creo que el hecho pudo haber sido incitado”.