CIUDAD DEL VATICANO. El arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, aseguró hoy que el papa Francisco llevará un mensaje esperanzador en su visita a México, prevista para los primeros meses de 2016, y no descartó que aborde temas como el narcotráfico y la migración en el país.
Durante una conferencia en la sala de prensa del Vaticano, en la cual habló de su participación en el Sínodo de los Obispos que tiene lugar estos días aquí, el cardenal aclaró que aún no se tienen fechas exactas del viaje apostólico.
“La visita del Papa nos da una inmensa alegría, falta que el santo padre nos señale las fechas y los lugares que va a visitar, pero sin duda que los temas que le interesan son los asuntos de actualidad que vive nuestra gente”, señaló.
“El Papa tocará el tema de la reconciliación y de la paz. El tema de las víctimas, seguramente podrá visitar alguna cárcel y estará con los jóvenes pensando en cómo se requiere hoy mirar al futuro con gran esperanza”, agregó.
Recordó que el papa Juan XXIII pidió a los católicos no ser “profetas de calamidades”, más bien actuar siempre como hombres y mujeres de esperanza.
Anticipó que la visita papal será no sólo “un consuelo y un bálsamo”, sino también “un acicate”, un impulso a los católicos para que se comprometan.
“En nuestro país el 88 por ciento de los habitantes se proclaman católicos, pero como decía Juan Pablo II, el 100 por ciento son guadalupanos, entonces el Papa estará en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, esto es lo que tenemos ya como un dato seguro dentro del programa”, precisó.
Asimismo, se dijo “impactado” por la experiencia del Sínodo, una asamblea episcopal convocada por el papa Francisco para debatir los desafíos de la familia en el contexto actual, que inició el pasado 4 de octubre y se extenderá hasta el domingo 25.
Destacó que en la asamblea, en la cual participan unos 270 “padres sinodales” (entre ellos siete mexicanos), se ha podido tener “la visión del mundo entero” y “la realidad de las familias”.
“Los pastores de las comunidades locales nos permiten asomarnos a la realidad, tocar la realidad en su situación dolorosa muchas veces, pero también las familias que son un verdadero ejemplo y nos animan a seguir trabajando”, añadió.
Reconoció que en México, en su diócesis, existen muchas familias rotas, que viven el dolor de la división por la gran cantidad de migrantes en Estados Unidos, lo cual crea problemas por la distancia y las leyes “muy duras” que impiden a las familias reintegrarse.
Señaló que las familias ahí padecen otros problemas como las consecuencias del crimen organizado y el impacto de la globalización, que llega a través del internet y la televisión, generando desafíos para la propia identidad cultural.