MOSCÚ / DAMASCO. El presidente sirio, Bachar al-Asad, viajó por primera vez fuera de su país en más de cuatro años para abordar anoche con su homólogo ruso y gran aliado, Vladímir Putin, la marcha de las operaciones contra el Estado Islámico (EI).
De la visita relámpago del líder sirio a la capital rusa el Kremlin informó sólo hoy, cuando Al-Asad se encontraba ya de regreso en Damasco.
El presidente de Rusia, cuya aviación desde hace tres semanas lleva a cabo en Siria una campaña de bombardeos contra los yihadistas del Estado Islámico y otras organizaciones terroristas, le manifestó al líder sirio que a los avances en el terreno militar debe seguir un proceso político.
“Consideramos que, sobre la base de la dinámica positiva en la marcha de la acciones militares, el arreglo duradero (en Siria) puede alcanzarse mediante un proceso político con la participación de todas las fuerzas políticas, de todos los grupos étnicos y religiosos”, dijo Putin, citado por la oficina de prensa del Kremlin.
Según la agencia siria Sana, Al-Asad explicó a su anfitrión que el objetivo de las operaciones militares es “erradicar el terrorismo, que entorpece la consecución de una salida política”.
Y destacó que la participación de la Fuerza Aérea rusa en esas acciones militares “contribuye a detener la expansión de las organizaciones terroristas en Siria”.
Asimismo, Al-Asad reiteró la necesidad de acabar con todas las formas de apoyo al terrorismo para “abrir camino al pueblo sirio con el fin de que decida su futuro por sí mismo”.
A su vez, Putin resaltó que Rusia está dispuesta a hacer su aporte no sólo a las acciones militares contra el terrorismo, sino también al proceso político, y ello “en estrecho contacto con otras potencias mundiales y con los países de la región interesados en el arreglo pacífico del conflicto”.
Moscú rechaza las acusaciones de que su aviación esté atacando posiciones de la llamada oposición moderada al régimen de Al-Asad, de la que asegura que no hay ni rastro en Siria.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, eludió contestar si el curso de las conversaciones de anoche se habló del futuro del líder sirio en el marco de un eventual arreglo político del conflicto que se arrastra desde hace más de cuatro años y que se ha cobrado cerca de 250,000 muertos.
El presidente ruso agradeció a Al-Asad por haber aceptado la invitación de visitar Moscú, pese a la “dramática situación” que atraviesa Siria.
Tras señalar el pueblo sirio ha resistido y combatido al terrorismo a costa de grandes pérdidas, Putin destacó que en el último tiempo también ha conseguido éxitos en esta lucha.
“Lamentablemente, en el territorio de Siria combaten contra las fuerzas gubernamentales ciudadanos de antiguas repúblicas soviéticas. Son, como mínimo, cerca de 4,000”, admitió.
Putin, que ha destacado en reiteradas ocasiones que la intervención militar rusa en Siria se ajusta estrictamente al derecho internacional, recalcó que Moscú no puede permitir que estos hombres vuelvan a Rusia con experiencia de combate y adoctrinados ideológicamente.
Al-Asad agradeció a presidente ruso la ayuda en lucha contra el terrorismo y en la defensa de la soberanía e integridad Siria.
“Tengo que decir que los pasos políticos dados por Rusia desde el comienzo de la crisis no han permitido que los acontecimientos se desarrollen de un modo todavía más trágico”, dijo el líder sirio, citado por la oficina de prensa del Kremlin.
Diez días después de que los que los aviones rusos comenzaran los bombardeos en el territorio de Siria, Putin explicó en la tarea de Rusia en Siria consiste “en estabilizar a sus autoridades legítimas y propiciar un compromiso político”.
La intervención rusa en Siria ha suscitado nuevas tensiones en la relaciones entre Rusia y Occidente, ya muy afectadas por la crisis de Ucrania.
Estados Unidos ha advertido de que el respaldo militar de Moscú a régimen de Al-Asad no ayudará al logro de un arreglo pacífico, en el que el mandatario sirio no tiene cabida, según Washington y sus aliados. DM