WASHINGTON. El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Bidendecidió no aspirar a la candidatura presidencial demócrata para las elecciones de 2016, poniendo así fin a meses de especulaciones sobre el tema.

 

En un mensaje a medios desde la Rosaleda de la Casa Blanca acompañado por su esposa Jill Biden y el presidente estadunidense Barack Obama, el funcionario hizo el anuncio que además, despeja un enorme obstáculo político para la aspirante demócrata favorita, Hillary Clinton.

 

“Desafortunadamente, creo que estamos fuera de tiempo, del tiempo necesario para montar una campaña ganadora por la nominación”, explicó Biden sobre su decisión.

 

El vicepresidente recordó que, tanto él como su familia, han pasado meses analizando si estaban emocionalmente preparados para una nueva contienda política tras la muerte en mayo pasado de su hijo mayor, Beau, a causa de un tumor cerebral.

 

De 72 años, Biden ya compitió sin éxito por la candidatura presidencial demócrata en 1998 y 2008.

 

Pero, a pesar de renunciar a ser candidato, “no voy a estar en silencio” y “tengo la intención de hablar con claridad y fuerza para influir tanto como pueda en dónde nos posicionamos como partido y hacia dónde necesitamos ir como nación”, prometió Biden.

 

Así, el vicepresidente alertó de que el Partido Demócrata y el país entero cometerán “un error trágico” si intentan “alejarse o deshacer el legado de Obama”.

 

Biden también urgió a poner fin a las divisiones políticas “partidistas” y pidió a sus correligionarios demócratas no mirar a los republicanos “como enemigos”, sino tratar de “trabajar juntos”, “por el bien del país”.

 

“Si hubiera podido ser cualquier cosa, me habría gustado haber sido el presidente que acabó con el cáncer, porque es posible”, declaró Biden.

 

Además, aprovechó su discurso para detallar las prioridades en las que cree que EU debe seguir haciendo avances: los derechos de la comunidad LGBT (homosexuales, lesbianas y transexuales), la reforma migratoria, la igualdad salarial entre hombres y mujeres, y la erradicación del “racismo institucional”.

 

Aunque las últimas especulaciones aparecidas en los medios apuntaban a que Biden estaba prácticamente decidido a competir por la candidatura demócrata, él ya había anticipado en una entrevista en septiembre sus dudas sobre si estaba listo para dar el “110 por ciento” en la contienda.  DM