MOSCÚ. La reportera húngara Petra Laszlo, que zancadilleó a unos refugiados sirios en la frontera de su país con Serbia, quiere emigrar a Rusia una vez concluya el juicio en el que será acusada de vandalismo.
“Estamos considerando Rusia y estamos pensando en empezar a estudiar ruso. Es importante para nosotros abandonar Hungría. Lo decidiremos después del juicio”, dijo Laszlo en una entrevista publicada hoy por el diario ruso “Izvestia” en su versión digital.
Laszlo aseguró que ella y su marido, que tienen dos hijas en común, están decididos a emigrar tras lo que ocurrió, ya que, entre otras cosas, no puede encontrar trabajo.
“Puedo decir con toda seguridad que me vida está destrozada. Después del juicio tenemos intención de emigrar a otro país”, señaló.
Explicó que, pese a lo que mantiene la comisión especial creada para tratar su caso y que pide 7 años contra Laszlo, ella sostiene que, según la ley, la máxima pena por vandalismo en Hungría es de tres años.
“Mi abogado dice que pueden darme año y medio de manera condicional”, apunta.
Reconoce que ha recibido amenazas de muerte y que teme por su vida, de lo que culpa a Facebook, red social contra la que piensa querellarse.
Laszlo asegura que se dirigió a Facebook para que retirara los grupos que la amenazaban -recuerda que llegaron ofrecer 20.000 dólares por su asesinato-, pero la compañía únicamente borró a los que la defendían.
“Aún existen grupos en Facebook que llaman a asesinarme. Hemos escrito a la administración de la compañía y no reaccionan”, comentó.
También se plantea denunciar al refugiado sirio al que zancadilleó, Osama Abdul Mohsen, que ha recibido asilo en España.
“Modificó su testimonio. Al principio, acusó a un policía. Mi marido quiere demostrar mi inocencia. Ahora se ha convertido en una cuestión de honor”, precisó.
Laszlo mantiene que su decisión de zancadillear a varios refugiados fue una “reacción en defensa propia” al ver a cientos de personas que corrían hacia ella.
“Comenzaron a empujarme. Sólo por eso zancadilleé a uno de los refugiados. Para que no me empujaran. Tenía miedo. No vi que era un niño. Lamento lo ocurrido. Mi error fue que seguí grabando y no me fui”, dijo.
Y recuerda que la víspera del incidente, ocurrido el 8 de septiembre en la frontera entre Hungría y Serbia, había visitado a la minoría ucraniana de Hungría, que carece de medios incluso para enviar a sus hijos a la escuela.
Tras el escándalo que dio la vuelta al mundo, Laszlo fue despedida por el canal de televisión N1, que es cercano al partido de extrema derecha Jobbik.