Acapulco y el Valle de México no sólo las dividen 425 kilómetros de distancia, sino que ambos asentamientos humanos tienen una gran diferencia, la competitividad. La primera ocupa el último sitio entre las 78 ciudades mexicanas evaluadas en este rubro, mientras que la segunda está posicionada en el primer sitio.
De acuerdo con el Índice de Ciudades Competitivas y Sustentables 2015 (ICCS), elaborado por Banamex, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el Centro Mario Molina (CMM), así como Banobras y el Infonavit, el Valle de México estuvo en el primer sitio debido a que obtuvo las escalas más altas en sus subíndices de seguridad jurídica, calidad de vida, gobiernos eficaces, mercado laboral, economía estable, entre otros.
El ICCS incluyó 78 ciudades con más de cien mil habitantes en el país, que se asientan en 379 municipios; las urbes fueron clasificadas de acuerdo con el tamaño de la proyección de la población, de 100 mil a 500 mil habitantes, de 500 mil a un millón y de más de un millón.
De acuerdo con los resultados del ICCS 2015, las ciudades que mejor combinaron la competitividad con el desempeño ambiental fueron, para las de más de un millón de habitantes el Valle de México; para las de 500 mil a un millón, Saltillo, Coahuila y para la de 100 mil a medio millón de habitantes, Zacatecas-Guadalupe.
A escala general, el ICCS 2015 mostró que ciudades como Acapulco, urbe que por muchos años fue referencia a nivel internacional, hoy se encuentra ubicada en el último sitio, debido a las malas administraciones que ha tenido.
Gabriela Alarcón, directora de Desarrollo Urbano del IMCO, comentó que esta ciudad pagó las consecuencias de la corrupción de los gobiernos, las inversiones inmobiliarias hechas sin ninguna regulación, así como de la poca inversión en servicios públicos básicos.
Agregó que estos malos resultados de Acapulco no debe ser el camino que deban seguir otros destinos turísticos que han hecho bien las cosas, como son Cancún y Los Cabos.
Alarcón dijo que “la razón de ser de este tipo de herramientas es comparar de manera objetiva a las ciudades y con ello crear un clima de sana competencia que permita identificar dónde están las mejores prácticas, para aprender una de otras”.