JERUSALÉN. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, explicó durante el consejo de ministros que su país es el beneficiario de instalar cámaras de vigilancia en la Explanada de las Mezquitas, tras un acuerdo alcanzado ayer con Jordania con la mediación del estadunidense John Kerry.
“Israel tiene interés en poner cámaras en todo el recinto del Monte del Templo (denominación judía para la explanada), lo primero para echar por tierra las acusaciones de que Israel cambia la situación y, segundo, para mostrar de dónde vienen de verdad las provocaciones y frustrarlas”, señaló el jefe del gobierno, informó su oficina en un comunicado.
Netanyahu reiteró que su país no quiere cambiar el statu quo del lugar, tal como acusan los palestinos, y señaló que el recinto “seguirá siendo administrado como es administrado ahora, el orden de las visitas de judíos al Monte del Templo se mantiene. No habrá en ellas ningún cambio, como tampoco en el orden de los rezos de los musulmanes”.
Mostró su esperanza de que sus afirmaciones y las nuevas medidas de vigilancia “ayude a calmar la tensión” actual que vive la zona, “al menos en el Monte del Templo”.
También remarcó que los visitantes y los que veneran el complejo tienen derecho a hacerlo “en paz, sin violencia, sin amenazas, sin intimidación y provocación”, en referencia a los musulmanes que increpan a los grupos de extremistas judíos que visitan el lugar acompañados por fuerzas de seguridad israelíes.
Ayer, una palestina murió por los disparos de las fuerzas de seguridad israelíes tras intentar llevar a cabo un apuñalamiento en la ciudad cisjordana de Hebrón.
Horas antes, un israelí resultó herido en un nuevo apuñalamiento registrado cerca del bloque de asentamientos judíos de Gush Etzion, en el sur del territorio palestino ocupado de Cisjordania.
La policía también informó de un sospechoso árabe israelí detenido en la zona de Tiberíades, en el norte de Israel, cuando supuestamente trataba de llevar a cabo un ataque con cuchillo en el autobús en el que viajaba.
En este periodo se han producido decenas de apuñalamientos o intentos de apuñalamientos por palestinos contra israelíes y disturbios y choques entre jóvenes palestinos y fuerzas de seguridad en Gaza, Cisjordania y Jerusalén que se han cobrado la vida de más de 60 personas, un tercio de ellos atacantes o supuestos atacantes palestinos.