El Instituto Politécnico Nacional (IPN) realiza una investigación para tratar la esquizofrenia con cerebrolisina, fármaco hecho del cerebro de cerdo que no genera efectos secundarios, en contraste con los medicamentos tradicionales que producen alteraciones en el organismo como visión borrosa, somnolencia, temblores corporales, rigidez muscular, entre otras.

 

Sonia Guzmán Velázquez, Patricia Sánchez Olguín y Roberto Zamudio Hernández, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), dijeron que el estudio consistió en lesionar a un grupo de roedores en una sección del hipocampo para provocar muerte neuronal y simular el comportamiento esquizoide.

 

Una vez con la enfermedad, se le administró a madres y a sus crías la cerebrolisina, medicamento comúnmente utilizado para tratar el Alzheimer, con el propósito de estudiar su efecto en el padecimiento mental.

 

En un comunicado, Guzmán Velázquez destacó que el comportamiento esquizofrénico, tanto en la madre como en las crías mejoró notablemente. Explicó que debido a que el medicamento es producto de la mezcla de aminoácidos y péptidos los efectos secundarios son mínimos e incluso nulos.

 

El trabajo en el Laboratorio de Neurociencias de la ENCB se llevó a cabo en crías de aproximadamente siete días de nacidas, equivalente al tercer trimestre de gestación en los humanos.

 

“Es importante este periodo ya que surgen conexiones en áreas vitales del sistema nervioso, como el hipocampo y la corteza cerebral. Además, es la primera vez que se realiza este estudio en hembras para observar las alteraciones cognitivas y sociales”, dijo Sánchez Olguín.

 

En los humanos el desarrollo del sistema nervioso termina alrededor de los 20 años de edad, tiempo en el que surgen las primeras crisis de esquizofrenia y se notan en conductas como la falta de interacción social, nula expresión de las emociones y el surgimiento de una importante susceptibilidad al estrés.

 

El comportamiento esquizoide en las ratas se observa en la construcción del nido, el cual es diferente a un roedor sano, pisan a sus hijos y los acarrean muy despacio, los desconocen, amamantan poco, y debido a esta falta de atención se presenta una alta mortandad de sus crías.

 

En este estudio de tipo transgeneracional, se observó que las ratas recién nacidas, aun sin tener una lesión cerebral, se comportaron de igual manera que sus madres esquizoides. Conducta, al parecer, proveniente de imitar a sus progenitoras, lo que permite ver la importancia del comportamiento materno y su influencia en los hijos.

 

“Las ratas presentaron cambios en la conducta a partir del abandono y maltrato de sus madres con características similares a la esquizofrenia, esto se debe, además de la posible imitación, al estrés que surge en ellas a causa de la ausencia materna”, explicó Zamudio Hernández.