HARARE. Un total de 22 elefantes fueron hallados muertos tras ser envenenados con cianuro en el oeste de Zimbabwe el pasado martes, lo que eleva a 62 la cifra de paquidermos intoxicados en el último mes para obtener su marfil, informaron hoy fuentes gubernamentales y conservacionistas.
Estas son las últimas víctimas de una creciente plaga de elefantes envenenados por cazadores furtivos interesados en apoderarse de sus colmillos para el tráfico ilegal de marfil, según las mismas fuentes.
Algunos de los animales que han perdido la vida en el parque nacional de Hwange eran tan jóvenes que todavía no tenían colmillos, explicó la portavoz de la Autoridad Nacional de Parques y Vida Silvestre de Zimbabwe, Caroline Washaya-Moyo, a la cadena estatal Zimbabwe Broadcasting Corporation (ZBC).
“Los guardias de la Autoridad Nacional de Parques y Vida Silvestre de Zimbabwe han recuperado 35 colmillos de 22 elefantes envenenados, mientras que los cazadores furtivos se llevaron tres”, precisó Washaya-Moyo.
La mayor parte de los 62 elefantes envenenados con cianuro el pasado mes han sido hallados en Hwange, la principal reserva natural de Zimbabwe y antiguo hogar de Cecil, uno de los leones más populares del país surafricano, que murió abatido por un dentista estadounidense el pasado julio.
Cinco personas fueron detenidas el pasado mes en relación con otro episodio de envenenamiento.
Al parecer, el veneno llegó a Hwange a través de un intermediario que compró el producto químico en una mina en el sur de Zimbabwe, según el grupo conservacionista Bhejane Trust, que opera en la reserva de Hwange y en las cercanas cataratas Victoria.
“El intermediario huyó justo antes de que pudiera ser detenido”, dijo la fundación en un comunicado.
Hasta 300 elefantes fueron envenenados con cianuro en el parque natural y sus alrededores en 2013, pero las muertes pararon tras una fuerte intervención policial. DM