Este fin de semana el asfalto de la Ciudad de México se escuchará rugir como no lo hacía desde 1992. La Fórmula Uno está de vuelta en nuestro país. Se trata de uno de los espectáculos más glamurosos del planeta, que mostrará a sus poderosas escuderías, potentes vehículos y pilotos de élite.

 

Esta será la tercera etapa de la Fórmula Uno en México (1962-1970, 1986-1992 y 2015-2019). No es fácil pasar a formar parte del prestigiado circuito. Sin embargo, como en toda buena historia, esta relación ha tenido sus matices, momentos de felicidad y crisis que han llevado hasta el rompimiento.

El país se ha caracterizado por una vasta tradición automovilística. Lo que impulsó, en 1962, al máximo circuito a realizar una carrera de prueba. Dos pilotos mexicanos hacían atractiva la oferta para el público: Moisés Solana y Ricardo Rodríguez. Pero todo salió mal. Rodríguez, considerado un campeón a futuro, murió al fallar la suspensión de su Lotus en la curva peraltada y Solana no pudo correr porque su auto era demasiado lento. Para 1963 el evento ya era toda una realidad, siendo su primer y máximo ganador el británico Jim Clark.

 

Desde entonces se vivieron momentos épicos, como el campeonato de 1964, definido con dramatismo a favor de Dan Gurney, el adiós a Jim Clark previo a su muerte en 1967 y el cuarto lugar de Pedro Rodríguez en 1968. Sin embargo, la invasión de aficionados y hasta de un perro que se atravesó al auto de Jackie Stewart, hizo evidentes los problemas de logística, por los que la competencia se fue en 1970 y no volvió a hacer parada en México hasta 1986.

 

Después una estela de leyendas ganó en el autódromo de la Magdalena Mixiuhca: Nigel Mansell (1987 y 1992), Ayrton Senna (1989) y Alain Prost (1988 y 1990). Cómo olvidar el gran rebase de Mansell a Gerhard Berger en la curva peraltada en 1990, para llegar en segundo lugar, cuando Senna se estrelló contra una barrera de llantas en la misma peraltada en 1991, o la primera vez que Michael Schumacher se colaría al podio en 1992.

 

Pero el Gran Premio de México está a punto de ponerse en marcha, que enciendan los motores, se desgaste el asfalto y que la pasión por la velocidad se mantenga intacta en nuestro país.

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Jim Taylor, el más ganador

 

Grandes pilotos han desfilado por la pista del Gran Premio de México. Los máximos ganadores han sido Nigel Mansell (1987 y 1992), Alain Prost (1988 y 1990) y Jim Clark (1963 y 1967), aunque éste último cuenta con el punto extra por ganar la primera edición de prueba (1962), es decir, cuando la carrera no generaba puntos para el campeonato.

 

Clark no debió ganar aquel Premio en 1962, debido a que fue descalificado por arrancar con la ayuda de un empujón. Su coequipero, Trevor Taylor, marchaba en el primer lugar, pero tras 12 vueltas y aprovechando que la carrera era de prueba, el equipo decidió cambiar de piloto en los fosos para que éste finalizara el recorrido.

 

Jim Clark rebasó al nuevo líder, Jack Brabham, para ganar la carrera por más de un minuto de diferencia. De esta forma se adjudicó el primer Gran Premio de México en la historia, sin puntos para el campeonato, aunque dejaría claro que no sería casualidad al ver la bandera a cuadros un par de veces más en la capital mexicana.