Las tres mayores zonas corporativas de la Ciudad de México: Santa Fe, en Cuajimalpa; Polanco, en Miguel Hidalgo y Reforma en Cuauhtémoc, aportan gran parte de los vehículos que generan el caos vial a diario.

 

De acuerdo con datos de CTS-Embarque, Santa Fe genera 845 mil viajes al día, de los cuales 64% corresponden a los corporativos, es decir, gente que va a trabajar a dicha zona, una de las menos conectadas con transporte público.

 

En Polanco se generan 210 mil viajes diarios, de los cuales 87% son producidos por trabajadores y visitantes del polígono y sólo 13% corresponde a los residentes de la zona.

 

En tanto, en Reforma se estima que transitan 265 mil pasajeros entre el Eje 2 Norte, en la zona de Tlatelolco, a la Fuente de Petróleos, tramo que mide cerca de cinco kilómetros de longitud.

 

En Santa Fe, CTS-Embarq detectó que “una persona que se tiene que trasladar a este clúster empresarial pierde 26 días al año atorado en el tráfico, equivalente a los días de vacaciones para alguien con 39 años de antigüedad en su empleo”.

 

“Además, la poca conectividad provoca que los usuarios gasten, en promedio, 13 mil 300 pesos anuales en pasajes por persona; y cada automovilista, cerca de 25 mil pesos anuales, de los cuales 16 mil 500 pesos son ocupados para combustible”, según CTS-Embarq.

 

Aunado a esto, la poca conectividad y las grandes distancias que deben ser recorridas por los trabajadores orilla a las grandes empresas a ofrecer “incentivos para el uso de autos particulares que, en promedio, transportan a 1.2 personas por viaje”.

 

En Polanco, la velocidad promedio es de 7.2 kilómetros por hora en tiempos pico, por lo que para trasladarse en auto de Periférico a Mariano Escobedo, tramo de tres kilómetros, toma 27 minutos.

 

En Reforma se prevé que la saturación vial se agrave, ya que el año pasado se inauguraron cinco rascacielos y para 2016 se hará lo propio con igual número, lo que atraerá a 20 mil nuevos trabajadores que deberán transitar en transporte público o automóvil.