WASHINGTON. El republicano Paul Ryan brindó una serie de entrevistas en los principales noticieros políticos dominicales de Estados Unidos. En declaraciones a la prensa local, adelantó que no colaborará con el presidente Barack Obama en el tema migratorio, descartando la posibilidad de una reforma en la materia antes de 2017.
“No podemos tener confianza en el presidente en este tema”, apuntó el flamante presidente de la Cámara de Representantes, quien estuvo en todas las emisiones dominicales de los medios, tras asumir su nuevo cargo el jueves pasado.
En sintonía con la visión del Partido Republicano de los últimos años, Ryan remarcó que no apoyará ninguna negociación de reforma migratoria con Obama, cuyo mandato vence en enero de 2017.
“¿Por qué adoptaríamos una ley sobre un asunto que divide con un presidente al cual no se le puede tener confianza?”, señaló a CNN. “Intentó hacerlo solo, pasando por encima del proceso legislativo, con decretos presidenciales, así que (ese tema) no está en el orden del día”, señaló a CBS.
Aludió así a una serie de decretos de 2014 de Obama -que prometió una reforma migratoria durante su campaña- para ofrecer una perspectiva de regularización a unos cinco millones de personas en situación irregular.
Unos 11 millones de personas, en buena parte mexicanos, viven y trabajan clandestinamente en Estados Unidos, algunos desde hace muchos años.
En su extenso recorrido por los medios, Ryan también tuvo tiempo de abordar las especulaciones que lo sitúan como un posible candidato a la presidencia de EU para los comicios de 2016 y descartó que estuviera dentro de sus planes.
Sus prioridades para los próximos dos años, según dijo, es asegurarse de que todos los legisladores puedan presentar sus propuestas y conseguir mayor unión en el Partido Republicano, que con más de una decena de candidatos en liza por la nominación presidencial para 2016 promete nuevas luchas internas.