MADRID. El Atlético de Madrid, que empató a cero en su visita al Astana, se clasificará para los octavos de final de la Liga de Campeones en la próxima jornada si consigue al menos un punto en su duelo en el Vicente Calderón con el Galatasaray, después de la derrota del conjunto turco contra el Benfica en Lisboa (2-1).
Ese resultado minimizó la transcendencia del tropiezo rojiblanco horas antes en Kazajistán y, más allá de apartarle del liderato del grupo C del máximo torneo europeo, le dejó a un paso de la siguiente ronda.
Si empata o gana al Galatasaray en casa asegurará el pase; si pierde, se lo jugaría en la última cita en Lisboa, aunque entonces probablemente con más obligaciones que sólo una igualada.
A falta de seis puntos por disputarse, el equipo dirigido por Diego Simeone es segundo de su cuarteto, con dos puntos menos que el Benfica y con tres más que el Galatasaray, al que ya ganó en Turquía (0-2) y que no podría alcanzar al equipo madrileño, al igual que le ocurriría al Astana, en el caso de que el Atlético empate o gane ante el club turco el 25 de noviembre en el Vicente Calderón.