José Luis Hernández Rivera, director de la escuela normal rural Raul Isidro Burgos de Ayotzinapa, fue interrogado por el agente del Ministerio Público de la Federación sólo por cuestiones académicas.
Después de siete horas salió de las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y aseguró que no le preguntaron nada para esclarecer las acusaciones en su contra de que tiene nexos con el grupo del crimen organizado identificado como Los Rojos.
“Hay pruebas, hay evidencias de parte de los expertos que el crimen organizado no está relacionado con nosotros en la normal, nadie”, subrayó Hernández Rivera.
Es la primera vez que el director de la Normal declara en la PGR por los hechos ocurridos en Iguala el 26 y 27 de septiembre de 2014.
“Yo lo que expuse son situaciones académicas, y sobre esto fue lo que versó mi parte. Me preguntaron sobre mi situación académica y de mi estancia en la escuela, de esos días.
“Fueron como unas diez preguntas. Yo estoy a la disposición de cuando se me invite, venga, no hay problema”, aseguró a las afueras de la Seido.
Desconocía de que trataría
José Luis Hernández Rivera llegó a declarar en la SEIDO sobre los señalamientos que lo vinculan con la organización criminal Los Rojos y la desaparición de 43 de sus estudiantes el 26 de septiembre de 2014.
El maestro, quien llegó a la SEIDO a las 10:20 acompañado del subdirector de la normal y su representante legal, afirmó que llega a rendir declaración en calidad de testigo y no sabe de qué se va a tratar.
Hernández Rivera rinde su primera declaración en la Procuraduría General de la República (PGR) que indaga la desaparición de los 43 normalistas.
El MP de la Subprocuraduría de Derechos Humanos realiza los cuestionamientos para integrar las respuestas a la averiguación previa.
Dicha comparecencia se realiza de manera voluntaria por Hernández Rivera, luego que la semana pasada se presentara en la delegación de la PGR en Guerrero, para manifestar su interés en declarar ante el Agente del Ministerio Público de la Federación.
Trasciende que entre los cuestionamientos que le realizarán está si recibió dinero de Los Rojos para infiltar a integrantes de dicha organización criminal entre los normalistas que asistieron a Iguala hace más de un año, donde policías municipales e integrantes del cartel Guerreros Unidos los atacaron y desaparecieron.
Sin miedo
En días pasados, el director de Ayotzinapa ofreció una entrevista con la periodista Adela Micha en la que narró cómo es la vida de los estudiantes de la Normal, así como la dinámica e intereacción que tiene él con los estudiantes.
Afirmó que aunque la escuela es un internado, no hay medidas físicas para contener o reprimir a los estudiantes.
«Nosotros no podemos por la fuerza imponernos. ‘Saben qué no van a hacer esto, y bájense del carro’. No tenemos la capacidad de fuerza», aseguró cuando la periodista le preguntó acerca de su responsabilidad en la noche de 26 de septiembre de 2014.
Según lo declarado por el profesor Hernández Rivera, la suya era una labor de convencimiento para guiar a los jóvenes para que no hicieran cosas fuera de la ley.
«Habíamos avanzado en la labor de convencimiento y esa situación que no había terminado cuando ocurre esto», afirmó. «Tenemos grandes limitaciones, ¿y cuál es nuestra posibilidad?, el diálogo».
Acerca de los señalamientos en cuanto a que él envió a estudiantes de primer ingreso a tomar los autobuses, aclaró que son los propios estudiantes a través de sus organizaciones y liderazgos quienes determinan quienes asisten a ese tipo de actividades.
Aseguró que la formación que se recibe en las escuelas normales es para moldear maestros rurales con pensamiento crítico, dispuestos a luchar por una mejor educación en medio de un ambiente de sacrificio y valentía.
Agregó que él ha sido vigilado de cerca por el gobierno para asegurarse de que no tiene vínculos con grupos radicales o de criminales.
Y aseguró que ha sido difamado.
«Yo no tengo miedo. He recibido muchas difamaciones. Porqué son difamaciones», afirmó a Micha.