Otrora zona de minas y de basureros, hoy la región de Santa Fe, dividida entre Cuajimalpa y Álvaro Obregón, es uno de los polos económicos y residenciales más exclusivos, pero también caóticos y peligrosos para sus habitantes.
En los años treinta su principal actividad era el aprovechamiento de bancos de arena, cuyo uso durante el crecimiento del sector de la industria de la construcción en la Ciudad de México provocó una sobreexplotación que devino en un cambio radical en 1970, según refiere un artículo de Alfonso Valenzuela, profesor en urbanismo de la Universiad Autónoma de Morelos.
Santa Fe sufrió la devastación de su entorno, pues la explotación de materiales pétreos generó problemas de estabilidad de los terrenos, creándose hondonadas, socavones y pendientes que alteraron la topografía y perturbaron el paisaje.
Fue en esas condiciones que a principios de 1980, con Carlos Hank González al frente del entonces Departamento del Distrito Federal, comenzó la compra de terrenos y la explotación de otros hasta alcanzar la conformación de un predio de 850 hectáreas.
Para finales de los ochenta y principios de los noventa, el entonces regente capitalino Manuel Camacho Solís impulsó el desarrollo urbano de la zona devastada por las minas y los basureros para crear un sector financiero y, simultáneamente, generar inversión en desarrollo inmobiliario.
El crecimiento de la zona fue desordenado y en varios casos irregular, pues se hicieron cambios de uso de suelo y se permitió la construcción en barrancas, generando con ello edificaciones en zonas con riesgos geológicos y hasta químicos.
El Programa Parcial de Desarrollo Urbano de la Zona de Santa Fe, publicado en la Gaceta Oficial el 4 de mayo de 2012, establece que la zona “ha estado sujeta a vertiginosos cambios de uso de suelo, generando una fuerte especulación inmobiliaria, cambios a la fisonomía urbana e irregularidad en los usos y construcciones”.
El mismo documento refiere que en Santa Fe hay riesgos geológicos como taludes verticales “que al no estar protegidos con vegetación o estabilizados de otra manera, se producen procesos erosivos, deslaves y deslizamientos de terreno, especialmente cuando se humedece o cuando están presionados por las construcciones (sic)”.
Se alerta, además, que “de acuerdo a la zonificación sísmica de la Ciudad de México, Santa Fe se encuentra ubicada en la llamada zona de ‘lomas’ catalogada con riesgo bajo. Sin embargo, la existencia de minas o taludes inestables pueden hacer que los efectos sean de importancia, sobre todo en construcciones de cierta altura, por tanto este tipo de riesgos no se deben minimizar”.
Entre el 27 de octubre y el 2 de noviembre se registraron dos deslaves en el mismo fraccionamiento de Vista del Campo, en Santa Fe, que aunque no dejaron víctimas mortales, alertarían sobre la necesidad de prevenir un desgajamiento mayor que cause una tragedia.
Acusan estacionamiento irregular en barranca
Vecinos de la zona de Santa Fe denunciaron la construcción irregular de un estacionamiento público y privado de tres niveles que pretende ser edificado en suelo del Área con Valor Ambiental perteneciente a la barranca del Río Becerra Tepecuache, donde contabilizaron la tala de cerca de 300 árboles.
Paola Migoya y Óscar Moreno, residentes de Santa Fe, denunciaron que desde el 23 de octubre se realizan trabajos de remoción de la capa vegetal y nivelación del terreno en un predio ubicado sobre la Avenida Javier Barrios Sierra, pese a que la zona está catalogada como barranca y su uso de suelo es área verde.
Refirieron que los trabajadores de la obra exhibieron un certificado único de zonificación de uso de suelo emitido por la Secretaría de Desarrollo Urbano (Seduvi) el 13 de octubre pasado, mediante el cual avala la construcción de un estacionamiento con una superficie máxima de 119 mil 275 metros cuadrados.
Además alertaron que debido al retiro de la capa vegetal, que es la que absorbe el agua de las lluvias hacia los mantos freáticos, se corre el riesgo de que con la obra concluida se produzca un deslave como los de los últimos días.
Alzan la voz
El diputado local del Partido Verde (PVEM), Fernando Zarate, alertó que “si va a haber un estacionamiento, es evidente que en la zona va a haber un desarrollo gigantesco que va a violar a su vez la ley y vamos a tener que recibir en esa zona edificios y centros comerciales”.
En ese sentido criticó que en Santa Fe “cada quien hace lo que quiere y no se está asumiendo la rectoría de la autoridad para privilegiar el medio ambiente, la seguridad de los vecinos y el crecimiento ordenado”.