Desde la implementación del Programa Frontera Sur hace un par de años, el número de detenciones de indocumentados en nuestro país se ha duplicado, destacó Emilio Álvarez Icaza, secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, lo que genera nuevad rutas más peligrosas.
Esto “muestra que la respuesta a la crisis humanitaria de migración desde Centroamérica ha sido la contención con una perspectiva de seguridad nacional, lo que pone en riesgo los derechos humanos de las personas en tránsito”, dijo-
Durante su ponencia en la conferencia “La política Mexicana hacia Centroamericana”, Álvarez Icaza indicó que de 2013 a la fecha, casi se duplicó el número de deportaciones de centroamericanos, al pasar de 86 mil a 144 mil en los primeros nueve meses de este año.
El fenómeno del incremento del flujo migratorio desde Centroamérica se debe a la situación de violencia que hay en esa región, siendo la respuesta de México la de la seguridad al imponer políticas para que ya no entren al país los indocumentados. Tales políticas son mayor presencia de agentes del Estado en las rutas de migración, operativos en los lugares donde habitualmente buscan refugio los indocumentados para detenerlos y subir la velocidad de los trenes para evitar que suban a éste.
Todo esto ha dado como resultado, dijo Álvarez Icaza, en el cambio de las rutas migratorias a regiones más peligrosas, donde son víctimas del crimen organizado que les roba o extorsiona en colisión con algunos agentes del Estado mexicano.