MONTEVIDEO. América Latina “avanza lento” en la implementación y uso del denominado ‘internet de las cosas’, un concepto vinculado a la interconexión de todo tipo de dispositivos electrónicos para complementar sus funcionalidades, señaló Marcelo Muñoz, ejecutivo regional de Cisco Systems.

 

Muñoz, uno de los ponentes del Move 2015 de Movistar que tuvo lugar esta semana en la capital de Uruguay, valoró que el funcionamiento conjunto de “personas, procesos, datos y dispositivos” permitirá una mejora de “la calidad de vida” de la sociedad al aumentar la productividad y reducir los costos.

 

Para poner en contexto el auge del ‘internet de las cosas’, el director comercial de Cisco en Argentina, Uruguay y Paraguay puso un ejemplo relacionado con la gente a la que le gusta hacer deporte.

 

“La persona que (…) sale a correr, hoy puede tener un monitor cardíaco en una cinta o en el reloj que, configurado previamente, si detecta que se supera una determinada cantidad de pulsaciones, puede mandar esa información al reloj o al teléfono inteligente y mediante una aplicación informar” para que se le envíe una ambulancia al lugar donde se encuentra, expuso.

 

En cuanto a su implementación en América Latina, Muñoz destacó que existen “buenos ejemplos de adopción” en Brasil -donde algunas petroleras han colocado sensores y dispositivos en los tubos de extracción-, o en países como Argentina, Chile, México, o Perú con el tema de las ciudades inteligentes.

 

Acerca de este asunto también habló el director de consultoría para redes de negocio en América Latina de Huawei, el argentino Rene Solanet. Definió una ‘smart city’ como aquella en la que, a través de la obtención y posterior análisis en tiempo real de la información que se produce en la misma se pueden “resolver problemas que tiene la gente de forma cotidiana”.

 

Para explicar su argumento utilizó ejemplos de la utilización del ‘big data’, aquella información que produce desde el encendido de las farolas hasta cuando alguien retira dinero en el cajero y que no puede ser procesada con bases de datos tradicionales.

 

Según Solanet, una persona en un entorno urbano desperdicia un 70 % del tiempo que le toma trasladarse de un lugar a otro debido a las precauciones ante cualquier eventualidad o por el hecho de no saber exactamente cuánto tiempo requiere llegar al destino, algo que en una ciudad inteligente se puede solucionar, aseveró.

 

Asimismo, señaló que otra aplicación puede darse en el sistema de recolección de residuos al controlar el volumen que tienen los contenedores para los desperdicios y optimizar su recogida, siendo que si está vacío no es necesario que acuda el equipo de limpieza o que si está muy lleno se vaya antes.

 

Por otro lado, Marcelo Muñoz también habló acerca de la implementación regional en lo vinculado a la ‘nube’, que, en el caso empresarial, su aplicación principal es la externalización de sus ‘data center’ para no tener que disponer de grandes aparatos destinados a esta tarea.

 

“Cuando uno habla de nube no es solamente hablar (…) de un ‘data center’ fuera de nuestra oficina, también hay que hablar de virtualización y de cómo eso nos puede traer ventajas significativas de ahorro de costos, de escalabilidad o de crecimiento (…), ya sea pública, privada o híbrida”, indicó.

 

En cuanto a la ubicación de estos gigantescos ‘data center’ externos destacó que se suelen situar a unos “50 o 60 kilómetros” de las grandes ciudades debido a cómo está pensada la red de interconexión de fibra óptica submarina.

 

En opinión de Muñoz en América Latina la adopción de esta tecnología por parte de las grandes organizaciones “viene lento”.

 

En el “Move 2015” de Movistar celebrado este jueves en Montevideo el cocinero español Ferran Adrià, embajador internacional de Telefónica desde 2010, fue el principal conferenciante.