El grupo de expertos encomendados por la CIDH para estudiar la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa presentó una lista de peticiones que aún no han sido respondidas por el Gobierno mexicano al iniciar su segunda etapa de trabajo en el país.

 

Solicitaron al Estado Mexicano la realización de nuevos cateos, aunque se negaron a dar detalles para no entorpecer las investigaciones.

 

En una conferencia de prensa, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentó un documento con algunas actuaciones que considera relevantes en esta etapa y las pruebas e informaciones solicitadas en los primeros seis meses que aún no han sido proporcionadas por el Ejecutivo.

 

El mandato inicial del GIEI, que expiró el 31 de octubre pasado, fue ampliado hasta abril de 2016 después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Gobierno sellaran una segunda etapa de trabajo sobre la base de diez compromisos, entre ellos el cambio de la oficina que lleva la investigación del caso.

 

Los expertos contaron que el expediente fue transferido el jueves a la Subprocuraduría de Derechos Humanos de PGR, por lo que un nuevo equipo participará en la investigación debido a “los déficits y las omisiones” que se han registrado hasta ahora.

 

Investigar un quinto autobús

 

En la rueda de prensa, la colombiana Ángela Buitrago leyó las peticiones del grupo, entre ellas que se investigue un quinto autobús tomado por los estudiantes la noche del 26 de septiembre de 2014 cuando fueron atacados a tiros por policías en la ciudad de Iguala.

 

El grupo cree que en esa unidad había droga oculta para ser trasladada a Estados Unidos, por lo que pidió a las autoridades investigar esa hipótesis como posible móvil de los ataques contra los alumnos de la escuela para maestros de Ayotzinapa y su posterior desaparición.

 

Buitrago exigió que se evalúen los datos existentes de telefonía tanto de los estudiantes como de los inculpados y las líneas de búsqueda que puedan surgir de dichas acciones.

 

Advirtieron que “las gestiones para reiniciar la investigación con el nuevo equipo han tenido un retraso ajeno al grupo”.

 

“Innecesario” nuevo estudio en basurero de Cocula

 

Además consideraron innecesario realizar un nuevo estudio de dinámica del fuego en el basurero de Cocula, como plantea la PGR, aunque de hacerse, recomendaron que lo realicen especialistas científicos del mayor nivel, con base en estándares internacionales.

 

Asimismo, que haya una toma de declaraciones de otros miembros de fuerzas de seguridad de la zona y una la evaluación de las denuncias de los detenidos sobre malos tratos y torturas, siguiendo los estándares internacionales.

 

Los expertos destacaron la necesidad de que se realice una investigación sistemática sobre los otros desaparecidos en la zona, que permita una evaluación conjunta de los casos y el modo de actuar de los responsables.

 

“Estas líneas de investigación pueden proporcionar elementos clave para la búsqueda”, apuntó Buitrago, quien aseguró que desde la primera visita del GIEI, a inicios de marzo de 2015, y durante toda su estancia en el país, han hecho solicitudes de información y coadyuvado para el avance de la investigación.

 

Fosas y hornos

 

Los expertos también pidieron un mapa de fosas clandestinas y un mapa satelital de Pueblo Viejo y La Parota, que hasta la fecha no ha sido entregado, así como investigar en general el tema de desaparición forzada en la región, pues “los hallazgos en Carrizalillo muestran la gravedad de los casos”.

 

Los integrantes del GIEI, designado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se dijeron preocupados por la falta de información sobre los hornos crematorios públicos en la región, considerados clave para la investigación.

 

En este sentido se manifestó el español Carlos Beristáin, quien señaló que el equipo no solo ha presentado un informe valorativo hacia atrás, sino que desde el primer día ha “hecho avanzar la investigación” con propuestas y acciones concretas a realizar.

 

Respondió así a las declaraciones del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, quien dijo recientemente que si los expertos sostienen que los cuerpos de los jóvenes no fueron incinerados en el basurero de Cocula, entonces “que nos digan dónde y cómo” ocurrieron los hechos.

 

“Queremos que también nos den las líneas que vamos a investigar y (…) que nos lleven hacia estas conclusiones para podérselas dar todos juntos a los familiares y a todo México”, señaló entonces Osorio, quien agregó que ya “no es solamente decir si estuvo bien o no el proceso”, sino que contribuyan a “encontrar esa verdad”.

 

“El grupo no entra en polémicas”

 

En la sesión de preguntas y respuestas, Carlos Beristain pidió que la investigación respecto a supuestas torturas a presuntos responsables, se haga con estándares que permitan procesos eficaces en términos de tratos a detenidos y garantías de debido proceso.

 

Cox Vial se negó a especular sobre eventuales ampliaciones de esta segunda parte de su mandato en México, al señalar que esperan los mejores resultados y la decisión, en todo caso, es del Estado Mexicano, que fue quien los invitó.

 

Aprovechó este momento para rechazar que reciba financiamiento de cualquier organización no gubernamental e indicar que el grupo no entra en polémicas a través de los medios de comunicación, además de que no les preocupan las opiniones de particulares sobre su trabajo.

 

La noche del 26 de septiembre de 2014, decenas de estudiantes de Ayotzinapa que se desplazaban en varios autobuses fueron atacados por policías en Iguala, en el sureño estado de Guerrero, presuntamente por órdenes del entonces alcalde, José Luis Abarca.

 

En los ataques murieron seis personas, entre ellos tres alumnos, y 43 estudiantes fueron detenidos por policías y entregados a miembros del cártel de Guerreros Unidos, quienes presuntamente los asesinaron y quemaron en el basurero del municipio vecino de Cocula.

 

En un informe presentado en septiembre pasado tras seis meses de trabajo en el caso, el GIEI concluyó que no había pruebas científicas que confirmaran que los cuerpos de los jóvenes fueron incinerados en ese lugar, como aseguró la fiscalía, pidieron continuar la búsqueda de los alumnos y abrir nuevas líneas de investigación.