A pesar de que avanzó un lugar, México se mantiene entre los 10 últimos lugares del Índice de Competitividad Internacional 2015, al colocarse en el peldaño 36 de 43 países, esto debido en parte malos indicadores de estado de derecho, delincuencia y corrupción.
El Índice es elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) cada dos años y su edición 2015 es la séptima. Si se compara la tendencia de los últimos años se puede ver que en 2006 México era lugar 32, pero tuvo una caída de cinco lugares, lo cual se explica por el incremento de la tasa de homicidios y por el mal entorno económico internacional.
Desde esa caída México no se ha recuperado, pues la posición del país osciló entre el lugar 36 y 37 en ese periodo según el estudio del IMCO.
María Amparo Casar, directora anticorrupción del IMCO, dijo que al año se realizan 200 millones de actos de corrupción equivalentes a 890 mil millones de pesos.
Estos gastos en corrupción deben de verse como un impuesto regresivo, pues se pagan a servicios que deberían de ser gratuitos que van desde mordidas a quien recolecta la basura hasta obtener contratos de obra pública.
Casar añadió que esto afecta a la economía, pues según cálculos de organismos internacionales al reducir 1% la corrupción se reduciría 10% la informalidad.
Ricardo Gallegos, director de Tecnología y Cambio Climático del IMCO, explicó que además del estado de derecho y delincuencia, otros problemas para la competitividad es un menor acceso al agua, mayor desembolso en salud de las familias, caída en la cobertura de vacunación y bajo nivel de inglés.
Sin embargo hubo otros aspectos donde avanzó como la productividad laboral, más activos financieros, inversiones en investigación, desarrollo y más comercio internacional.