En estos días conocimos datos muy importantes para el desarrollo de los mercados y las expectativas para el último trimestre del año tanto en Estados Unidos como en México.
El crecimiento en Estados Unidos en el tercer trimestre del año se “desaceleró” de una manera importante de 3.9% a 1.5% ante un fuerte ajuste en inventarios y un consumo moderado. En días pasados, se dieron a conocer dos datos interesantes de octubre: el PMI de manufactura por Markit que mostró una mejoría dentro de un ambiente de expansión y este viernes conocimos el dato de empleo que realmente “sorprendió” al mercado al registrar 271 mil nuevas plazas vs 180 mil esperadas, en donde el sector servicios generó casi 89% y la construcción ya despertó generando casi 11%. En esta información, la manufactura no aportó nuevos empleos todavía, pero seguramente sumará algo durante el mes de noviembre.
Esta información formará parte del análisis de la Fed para decidir si aumenta la tasa de interés el próximo 16 de diciembre. Los futuros en el mercado le asignan ya 70% de probabilidades de iniciar su fase de alza en 25 puntos base.
En Europa vimos como el euro y la libra esterlina perdieron terreno frente al dólar. Sabemos que el BCE podría flexibilizar más su política monetaria a través de algunas opciones como extender su compra de activos más allá de septiembre de 2016, de aumentar su compra mensual (actualmente está en 60 mil millones de euros) y/o de bajar su tasa de depósito (tasa que el BCE les cobra a los bancos por guardarles su dinero) a -0.3% anual.
Si a este escenario le sumamos que la producción industrial en Estados Unidos puede recuperar crecimiento en los últimos meses, el motor de exportaciones mexicanas también podría despertar.
La variable importante a analizar seguirá siendo el “dólar”, que podría mantenerse fuerte en lo general. En primera instancia frente a la canasta de monedas principales, pero también frente a las monedas emergentes ante un estancamiento en los precios de las materias primas. Al peso mexicano le ayuda el crecimiento de la economía pero le afecta el precio del petróleo.
El otro tema de reflexión es para Banxico, que por un lado muestra holgura en el crecimiento de la economía y en la propia inflación que ronda niveles de 2.5% anual, pero que ante la postura de la Fed tendría que cuidar el “spread” entre las tasas de interés de México y de EU, lo que lo podría obligar a decidir un aumento también en la reunión de diciembre próximo en caso de que la Fed inicie su ciclo de alza.