La inmigrante indocumentada Rosa Robles salió el pasado miércoles del santuario donde permaneció refugiada durante 462 días para evitar su deportación y lo hizo con lágrimas en los ojos y agradeciendo a su familia y la comunidad por el apoyo que le brindaron estos duros meses.

 

“Salir a la calle y poder llegar a mi casa va a ser una experiencia increíble después de 15 meses”, dijo a Efe la mexicana después de una ceremonia de celebración en la Iglesia Presbiteriana del Sur de Tucson, donde ha permanecido refugiada desde agosto de 2014.

 

Aseguró que a pesar de que dejó el miércoles el santuario la lucha continúa, ya que existen cientos de familias que se encuentran en peligro de deportación.

 

“Aprendí que no debemos de quedarnos callados, que debemos levantar la voz y que la unión hace la fuerza”, dijo esta madre de dos hijos, quien entró en santuario como último recurso para evitar su deportación.

 

Margo Cowan, abogada de Robles, dijo a Efe que tras meses de lucha se logró un acuerdo con la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en este caso.

 

“Firmamos un acuerdo confidencial con inmigración. Por lo tanto no podemos dar mas detalles, pero sí puedo decir que Rosa deja hoy la iglesia de una forma segura y que cuando finalmente tengamos una reforma migratoria, ella estará aquí’, aseguró la abogada.

 

Miembros de la comunidad se dieron cita en la iglesia para despedir en medio de cantos y alegría a Robles, que, de acuerdo a su equipo legal, era la última inmigrante que se encontraba en santuario en EU.

 

“Aprendí mucho a valorar a mi madre, una gran mujer, y el gran sacrificio que hizo por nosotros, para estar con su familia”, dijo a Efe Gerardo Grijalva, hijo de Robles y de 12 años.

 

Este fin de semana sus hijos tendrán un juego de béisbol, el cual Robles dijo esperar con ansias tras quince meses refugiada en una iglesia por miedo a ser deportada.

La inmigrante fue “víctima” de la implementación de la ley estatal SB1070 en Arizona, que permite a los departamentos policiales cuestionar el estatus migratorio de aquellos que “sospechan” se encuentran de manera ilegal en el país y de entregarlos a Inmigración.

 

En 2010, cuando entró en vigor esta legislación, Robles fue detenida por una infracción de tráfico y, debido a que no contaba con una identificación o licencia de conducir, fue entregada a agentes de Inmigración.

 

Por meses, la comunidad en el sur de Arizona luchó en favor de Robles. Se estima que 9 mil 500 dueños de casas y negocios colocaron cartelones en sus propiedades para apoyar a la indocumentada y se realizaron miles de peticiones al Departamento de Seguridad Nacional para que revisaran su orden de deportación.

 

Robles también contó con apoyo político, y los congresistas demócratas Raúl Grijalva (Arizona) y Luis Gutiérrez (Illinois) también intercedieron por la inmigrante indocumentada.