“Guillermo… Raúl… Miguel”, sí, es obligación de Juan Carlos Osorio conocer a todos sus hombres, aunque la mercadotecnia del futbol actual invite a llamarlos por cómo se les conoce en los medios: “Memo, Jiménez, Layún”, pero para el timonel colombiano del Tri la caballerosidad está por encima de todo. No por nada sus jugadores le califican al unísono como “un caballero”, un “filósofo”, un hombre que se toma el tiempo para recoger los conos de obstáculos antes que los utileros, que reúne los balones en un sólo lugar para que no los anden recolectando, que se preocupa en preguntar si el ejercicio que ordenó al jugador estuvo claro o sin problema lo repite.

 

Juan Carlos Osorio es todo menos un economista de la palabra. El timonel es detallista, pero tolerante; intenso, pero amable; un hombre que reconoce con un aplauso la jugada bien hecha y que recrimina sin gritos, menos con alguna majadería. Osorio observa el interescuadras al mismo ritmo que se juega y, de pronto lo frena y llama al jugador. “¡Carlos!”, llama al Gullit Peña y le cuestiona, “¿Cómo está jugando el rival?”; Peña se queda de una pieza, no sabe qué contestar; entonces Osorio le cuestiona lo mismo a Diego Reyes… la misma respuesta, hasta que Andrés Guardado atina: “Están jugando con una línea de cuatro”. El timonel colombiano entonces explica la importancia de saber el parado del oponente, de la anticipación y respuesta.

 

Osorio observa. Termina la práctica, Osorio palmea a Layún, quien acaba de jugar por la derecha, aplaude, va a recoger los conos antes que los utileros, una pincelada de la calidad humana del que sus jugadores califican como “un caballero”.

 

Cuidado con horario de los boletos

 

A la afición que asistirá mañana al Estadio Azteca al partido México contra El Salvador, cuidado, porque a los boletos que adquirieron a la empresa que distribuye las entradas se les fue un error. El horario del partido es a las 20:00 horas, y los boletos dicen que el duelo será 20:30. Así que a los aficionados se les pide tomen sus precauciones para no llegar 30 minutos después de iniciado el duelo.