Con medidas sencillas, México puede reducir más de la mitad las emisiones de metano producidas por la industria de gas natural y petróleo por un equivalente de menos de un peso por tonelada de dióxido de carbono, esto de acuerdo con un estudio publicado por la organización internacional Environmental Defense Fund (EDF) y el Centro Mario Molina.

 

El análisis elaborado por la empresa de investigación en energía ICF International advierte que un gran porcentaje del total de las emisiones de metano en México proviene del sector del petróleo y gas.

 

Para el Premio Nobel de Química, Mario Molina, la transformación del sector energético en el país es el momento oportuno para garantizar la reducción de las emisiones de metano generadas por esas industrias.

 

Cabe destacar que el gobierno mexicano se ha comprometido a reducir las emisiones de metano como parte de las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional, presentadas ante la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, las cuales tienen como objetivo bajar la emisión de gases de efecto invernadero 25% para 2030.

 

De acuerdo con ICF, las empresas de petróleo y gas tienen la posibilidad de reducir las emisiones de metano con medidas sencillas y económicas como incrementar el uso de quemadores, válvulas de baja emisión y equipo de monitoreo.

 

Los costos de estas reducciones son bajos, sumando menos de un centavo por cada mil pies cúbicos de gas producido. En algunos casos, la rentabilidad es tan alta que, con el tiempo, los controles se pagan solos a través de la venta del gas natural capturado. El metano es el principal componente del gas natural, y cuando escapa de los pozos, oleoductos u otro equipo de producción de petróleo y gas natural, se pierde un recurso que, de otro modo, se podría vender.

 

El metano es un gas de efecto invernadero significativamente más potente en absorber calor en la atmósfera que el dióxido de carbono, por lo que intensifica rápidamente los patrones de calentamiento a corto plazo. ICF informa que también se puede lograr una reducción de los contaminantes convencionales, sin costo adicional, junto con las emisiones de metano que surgen de la producción de gas y petróleo, mismas que pueden dañar la salud pública y el medio ambiente.

 

“Este análisis demuestra que México tiene un enorme potencial para continuar su liderazgo en importantes temas climáticos, y que puede fijar como objetivo alcanzable la reducción del 55% de metano producido por el sector del gas y el petróleo, con el respaldo de reglamentos y políticas correspondientes”, dijo por su parte Drew Nelson, Gerente Senior del EDF.