Considerado como uno de los fenómenos naturales más impresionantes del mundo, la migración de la Mariposa Monarca es un proceso que contribuye tanto a la naturaleza como a los habitantes de los santuarios de Michoacán y Estado de México, debido a que ayudan a la reproducción de las plantas de Norteamérica y a la economía local.

 

Luego de que en 2013 la presencia de mariposas monarcas fuera la más baja en las últimas dos décadas, con apenas una cobertura de 0.6 hectáreas en sus santuarios, para este año los cálculos indican que entre tres y cuatro hectáreas serán pobladas por el llamado rey de los insectos, explicó el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano, durante la presentación del programa “Cooperación México-Estados Unidos para la conservación del fenómeno migratorio de la Mariposa Monarca”.

 

Acompañado por la secretaria del Interior de Estados Unidos, Sally Jewell, y el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, el titular de Semarnat dijo que tras el mal año 2013, causado por la deforestación, cambio climático y destrucción del hábitat de la mariposa en Norteamérica, para este 2015 el número de ejemplares del insecto aumentará considerablemente, aunque las estimaciones podrían cambiar, pues el huracán Patricia obligó a un cambio de ruta de muchas mariposas.

 

Sobre la migración, Eduardo Rendón, coordinador del Programa Mariposa Monarca del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) explicó que empieza en septiembre, cuando las mariposas salen del área de los grandes lagos de Norteamérica rumbo a nuestro país, un lugar que ninguna de ellas conocen.

 

“Pasan todo el invierno en México y duran hasta la primavera, cinco meses, seis meses y medio de vida y falta la migración de primavera. Si sumamos el tiempo que dura su migración de ida y de vuelta son ocho meses de los nueve que viven, lo que las convierte en las mariposas con más longevidad”, explicó.

 

A lo largo de su trayecto, las mariposas se alimentan del néctar de las plantas del norte del continente, esto para obtener los nutrientes necesarios para aguantar la invernación de cuatro meses. Pero esto tiene un impacto positivo para la reproducción de la flora.

 

“Esta alimentación trae consigo el fenómeno de la polinización, entonces, el trabajo que las mariposas monarcas realizan a lo largo de Norteamérica en el sentido de la polinización es impresionante, y ni siquiera tenemos una visión clara de lo que están realizando como función ecosistémica”, añadió.

 

Pero para los humanos también tiene un gran beneficio, pues con el atractivo turístico se crearon cuatro santuarios abiertos al público, para que la gente pueda observar este fenómeno natural. De estos lugares se mantienen económicamente mil 527 ejidatarios durante temporadas de cinco meses.

 

Puedes ver las primeras imágenes de su llegada a México aquí.