Cuando BMW incorporó la tracción integral (AWD, All-Wheel-Drive) al BMW 325i “Allrad” en 1985 no sabía que esperar de la crítica especializada que lo conoció en el Salón del Automóvil de Frankfurt (IAA).
No fue hasta que un grupo de periodistas llevó al auto a la pista que comenzaron a leer los elogios a su sistema de tracción que demostró grandes avances en condiciones adversas, además de un manejo mucho más dinámico en las curvas. Habían conseguido lo que buscaban.
Hoy, uno de cada tres autos BMW está equipado con el sistema inteligente de tracción integral xDrive. El éxito de BMW en este segmento no sólo se debe a los modelos X, sino también por los autos basados en las otras series; desde el BMW Serie 1 hasta el BMW Serie 7.
La armadora alemana mantiene a un grupo de ingenieros desarrollando esta tecnología y llevándola a nuevas direcciones. Al ofrecer el sistema xDrive de BMW en combinación con un tren motriz híbrido y con una plataforma de tracción delantera, demuestran habilidad en el campo.
Ofrecen más de 110 modelos con el sistema xDrive en 12 series de modelos, así como en el BMW i8, vehículo deportivo híbrido conectable (plug-in hybrid), y el compacto BMW 225xe con tracción integral eléctrica.
El sistema xDrive de BMW detecta cuando es necesario una cantidad extra de potencia a las ruedas traseras al entrar a una curva y la manda, lo que mejora la experiencia de manejo.
En el BMW i8, presentado en 2014, se integró un sistema de tracción híbrido conectable que combina un motor de combustión interna que opera las ruedas traseras con uno eléctrico de alto rendimiento que opera las ruedas delanteras.
Pero no es todo. La sexta generación del Serie 7 fue presentado en el pasado Salón de Frankfurt, e incorpora un sistema inteligente de tracción integral con la Dirección Activa Integral, es decir, ruedas traseras con dirección pasiva.
Luego de tres décadas de innovar con su AWD, BMW seguirá promete que seguirá buscando avances que permitan un manejo más confiable y divertido.