BRUSELAS. Abdelhamid Abaud, el presunto cabecilla de los atentados de París y que se hace llamar a sí mismo el “emir de los yihadistas de Bélgica”, se sumó a las filas del grupo terrorista Estado Islámico a principios de 2013 y se cree que estuvo detrás de varios atentados o intentos de atentados, incluso en su propio país.
Los servicios de inteligencia belgas sospechan también de que Abaud, un belga de origen marroquí pudiera haber organizado los atentados en París, según los diarios De Standaard y Het Niewsblad.
Abaud, de 28 años, es originario del municipio bruselense de Molenbeek, donde las fuerzas de seguridad belgas han realizado operativos antiterroristas desde el sábado y una zona multirracial por donde han pasado varios presuntos terroristas yihadistas en los últimos meses y años.
El presunto cabecilla de los atentados ya es considerado como el cerebro de los atentados frustrados en enero pasado en Verviers, en el este de Bélgica, cuando una célula yihadista intentó atentar de forma inminente contra la policía pero fue desmantelada antes.
Fue condenado en julio pasado en ausencia a 20 años de prisión por un tribunal correccional de Bruselas, que le considera uno de los jefes de la filial siria, de la que 32 miembros (algunos fallecidos y otros aún en Siria) fueron juzgados.
El tribunal cree que coordinó las acciones del grupo desde Grecia, donde supuestamente residía hasta perderse su pista.
Según los medios belgas, Abaud huyó en enero a Siria después de que dos de los yihadistas reclutados por él fueran abatidos por la Policía en el operativo antiterrorista en Verviers.
Si bien su grado de implicación en los atentados de París no ha sido establecido aún, se cree que estuvo en contacto al menos con uno de los hermanos Abdeslam, según la cadena de televisión belga RTL. En el contexto de los atentados se habla de tres hermanos: de Mohamed, que ayer quedó en libertad tras ser detenido en Bélgica, de Ibrahim, uno de los kamikazes suicidas, y de Salam, que está en busca y captura internacional.
Para el diario galo Le Monde, el historial de Abdelhamid Abaud es una prueba galopante de los fallos de los servicios de inteligencia belgas, porque el presunto terrorista habría viajado en varias ocasiones entre Bélgica y Siria sin haber sido “molestado” por las autoridades belgas.
Entre los siete terroristas suicidas de los atentados de París identificados, dos de nacionalidad francesas habían vivido en Molenbeek y en Bruselas centro. Uno de estos hombres, Bilal Hadfi, abandonó el año pasado Bruselas para marcharse a Siria. El otro es Ibrahim Abdelslam.
Abdelslam y Hadfi habrían sido, según el diario Standaard y los periódicos del grupo Sudpresse, amigos de Abaud.
El primero y el presunto cabecilla de los atentados de París, habrían además cometidos juntos “ciertos hechos criminales” entre 2010 y 2011 en Bruselas.