La elaboración del presupuesto base cero no tuvo un impacto significativo en la construcción de los egresos del año entrante, que alcanzarán 4.7 billones de pesos. De acuerdo con analistas, uno de los factores que limitaron el proceso es el plazo para la discusión en el Congreso.
De acuerdo con Sunny Villa, directora de Gasto del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP), el gasto público propuesto tuvo un margen de acción limitado, debido a la estrechez de la economía.
“No es en 2016 donde vamos a ver grandes cambios, pero es necesario prepararse para ver una discusión seria del presupuesto en donde realmente se haga una revisión de cada uno de los programas presupuestarios para poder hacer una estructura programática más simple que todos entendamos y pasar una transición de quién está gastando y en qué se está gastando”, comentó.
La especialista comentó que otro factor que impidió el desarrollo del presupuesto base cero fue el plazo establecido por la Constitución, establece que los egresos deben determinarse a más tardar el 15 de noviembre.
A pesar de la desaparición de programas que duplicaban labores en el gobierno federal, mencionó que las administraciones federales, locales, e incluso municipales, tienen programas destinados a las mismas funciones.
“La revisión del gasto público debe incluir la revisión de los programas en los diferentes niveles, porque existen algunas duplicidades dentro de los estados, pues, por ejemplo, el programa de apoyo a adultos mayores se implementa a nivel federal, en los estados y en algunos municipios”, destacó.
Además, cifras del CIEP demuestran que el paquete económico del año entrante tuvo el menor margen de maniobra desde 2006, pues el total del presupuesto se redujo 1.3% del PIB, respecto a la propuesta del año previo.
De acuerdo con Alfredo Elizondo, investigador de la Asociación Civil Gestión Social y Cooperación (Gesoc), el gasto presupuestario para el año entrante se mantuvo dentro de las prioridades, pues otorgó la mayor parte de los recursos a la salud, el sector educativo y el desarrollo social.
La falta de la metodología base cero se hace evidente en la inercia del gasto con respecto al año anterior, en el que se incluyó un recorte en febrero.
A lo largo del sexenio, los gastos de organismos con control directo del gobierno federal como el IMSS o el ISSSTE muestran incrementos inerciales, contrarios a la metodología base cero que obliga a hacer una revisión integral de los programas de cada sector para evitar duplicidades y gastos innecesarios.
Esta tendencia también se reflejó en los recursos asignados para algunas dependencias del gobierno federal como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), cuyos recursos pasaron de 60.8 mil millones de pesos para el ejercicio de 2013, hasta 72.2 mil millones disponibles para el año entrante.
IP pide consolidar reingeniería del gasto
Después de haberse aprobado el Paquete Económico para 2016, el sector privado del país hizo un llamado para consolidar una reingeniería a fondo del gasto público.
En su mensaje semanal, La Voz del CCE, el presidente del organismo, Gerardo Gutiérrez Candiani, señaló que quedan temas pendientes y el esfuerzo del Presupuesto Base Cero se debe tomar como el inicio de un largo proceso de una verdadera reestructuración del gasto.
Señaló que la reingeniería del gasto público debe ser una prioridad de Estado, porque de no realizarla, éste será insostenible en el largo plazo.
Por eso, dijo, hay que emprender una revisión a fondo de los sistemas de pensiones gubernamentales, como ya se hace en entidades como Petróleos Mexicanos, así como replicar logros como la reestructuración financiera alcanzada en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Esto representa una importante presión al gasto, que limita la posibilidad de un cambio mayor, más aún del verdadero ajuste estructural requerido, cada año con mayor urgencia, además de que hay que empezar a distinguir el gasto público de lo que se canaliza a la clase política, abundó Gutiérrez Candiani.
(con información de Notimex)