PARÍS. El primer ministro francés, Manuel Valls, señaló hoy que se va a crear un centro para jóvenes radicalizados por la religión y que acogerá en primer lugar a “arrepentidos” para evaluar “su voluntad de reinserción”.

 

De aquí a finales de año se decidirá la ubicación de esa primera estructura, que ya tiene los fondos necesarios, y para la que se está finalizando tanto el “marco jurídico” como el “proyecto educativo”, explicó Valls ante la Asamblea Nacional.

 

Los internos no serán yihadistas que vuelvan a Francia de Siria o Irak, porque estos deben ir a la cárcel, puntualizó el jefe del Gobierno socialista en el debate de urgencia del proyecto para la prolongación tres meses del estado de emergencia decretado inmediatamente tras los atentados de París del pasado viernes.

 

“Un centro de desradicalización -puntualizó- no puede ser una alternativa al encarcelamiento”.

 

Lo que se hará allí será “un seguimiento individualizado y pluridisciplinar” que a su juicio es “indispensable”.

 

Para los yihadistas de vuelta de zonas de combate, el Gobierno pretende prohibirles la entrada en Francia sin una autorización expresa: “En algunos yihadistas ‘arrepentidos’ es difícil evaluar su sinceridad”, dijo.