MADRID. La poca rentabilidad de la consola portátil PlayStation Vita de Sony se debió al precio elevado de la máquina, la falta de un catálogo de títulos atractivos y por la competencia de juegos móviles, aseguró James Armstrong, directivo de PlayStation para España y Portugal.
En una charla con periodistas de Madrid, el directivo que el próximo 30 de noviembre dejará su cargo, lo calificó como “un trago muy amargo”.
Adelantó que quiere seguir ligado al ámbito del desarrollo de videojuegos en España: “Me retiro de Sony, no me retiro del mundo”.
“Quiero dedicarle tiempo a mi familia porque le he dedicado mucho tiempo a la industria, a Sony, y muy poco a mi familia. (…) Quiero trabajar algunos días al mes para estar activo y no perder capacidad intelectual”, aseguró.
Armstrong, consejero delegado de Sony Computer Entertainment para España y Portugal, admitió que la compañía pasó por un momento de crisis años atrás debido a las bajas ventas.
Play Station pasó de vender más de un millón de consolas al año (con PS1 y PS2) y de ser el tercer mercado más importante para Sony por detrás de Japón y Estados Unidos, a caer hasta las 400 mil unidades anuales con PS3, explicó.
Sin embargo, Armstrong aseguró que el negocio está recuperándose y esperan que en 2016, Sony coloque PlayStation 4 en España a un ritmo similar a los mejores años de PS1 y PS2.