Los alimentos no tienen código de barras, cada uno de ellos tiene, por su color, un código que hace que favorezcan la pérdida de peso, que retrasen el envejecimiento o que contribuyan al fortalecimiento de la piel.
De acuerdo con la doctora Paula Rosso, nutiróloga de la clínica Lajo Plaza, en Madrid, España, las siguientes son las claves para comprar una paleta cromática detalla con la que podremos reconocer los alimentos que más nos convienen según lo que queramos detener o potenciar en nuestro organismo.
¿Quieres perder peso? Piensa verde
Si lo que quieres es bajar de peso, tu pensamiento debe concentrarse en verde. Alimentos como las acelgas, espinacas, brócoli, peras, guisantes, espárragos, judías y alcachofas tienen un bajo aporte calórico y alto de fibra.
“La combinación perfecta, si queremos reducir peso, y la fórmula que comparten las frutas y verduras de color verde”, afirma la doctora.
Rojo directo al corazón
Atentos al corazón, y no podían ir en otro color, el rojo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los problemas cardíacos podrían reducirse en un 80% con un estilo de vida saludable que incluya alimentos rojos como sandía, cerezas, fresas, pimientos o tomates.
Todos ellos ayudan a mejorar la presión arterial, disminuyen el colesterol malo y mantienen nuestro corazón saludable.
Para un bronceado perfecto el naranja es tu aliado
Puedes lograr una piel bronceada todo el año sin largas exposiciones al sol ¿El secreto? Comer sólo alimentos de color naranja.
Las naranjas, por supuesto, pero también el limón, zanahoria, piña, calabaza, melocotón, yuca o maíz.
“Todas las verduras y las frutas de este tono aportan una gran cantidad de vitamina C y betacarotenos y, por tanto, son grandes aliados para mejorar la elasticidad de la piel y hacerla más resistente al sol y a los agentes externos”, detalla a nutrióloga.
Evita el envejecimiento, busca el morado
La berenjena, remolacha, uvas, moras y ciruela, según la doctora Rosso, guardan el secreto de las antocianinas “que contienen y les proporcionan su característico color azulado o púrpura”.
Unos vegetales que contienen flavonoides, que protegen contra el daño celular que causan los radicales libres, con un poderoso efecto antioxidante.
Lo más saludable, el blanco
La cebolla, ajo, nabo, coliflor, puerro y champiñones “pueden ser considerados verdaderos antibióticos naturales“, comenta la doctora.
“Mejoran el colesterol, la tensión arterial y la diabetes, aumentan las defensas del organismo y son vasodilatadores naturales que mejoran la circulación sanguínea“, concluye Paula Rosso.
Mantente bella y saludable con… papaya fermentada
En la búsqueda de una simbiosis entre belleza y salud, la papaya fermentada y su efecto benefactor sobre el organismo es el objetivo de unos laboratorios japoneses que tratan con ella de combatir los efectos del envejecimiento.
La Preparación de Papaya Fermentada (FPP) del Instituto de Investigación Osato (ORI) -en Japón-, obtenida con un proceso de extracción patentado y exclusivo en todo el mundo, es un complemento alimenticio que protege de los efectos del envejecimiento y favorece el sistema inmunológico.
“Este fruto anaranjado, además, elimina el exceso de radicales libres, refuerza las defensas naturales y antioxidantes del organismo, a la vez que regula el sistema inmunológico”, explica Cristina Sabater, fundadora de Salengei, especializados en productos antienvejecimiento que distribuye Immun’Âge.
También asegura que reduce el cansancio producido por la práctica de deportes de élite, rebaja las alergias y las infecciones como resfriados o virus estacionales, y va muy bien para la fatiga crónica, o la exposición solar prolongada, algunas de las principales causas que aceleran el envejecimiento.
Un complemento que Sabater recomienda para personas con un sistema inmune deprimido o que necesiten mejorar la detoxificación hepática.
También reduce el estrés oxidativo
“FPP está indicada para reducir el estrés oxidativo de nuestro organismo, generado por factores externos como el estrés laboral, el tabaco o algunas enfermedades crónicas”, comenta Sabater.
Los beneficios de la papaya fermentada se comenzaron a estudiar cuando la longevidad de la población de una zona de Filipinas fue analizada y se comprobó que parte de su alimentación se debía a este fruto fermentado.
Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina, ha participado en el instituto de Osato en estudios previos para el desarrollo de la preparación de papaya fermentada y, en 1990, la usó por primera vez con pacientes de sida en África, donde sus propiedades mejoraron el sistema inmunitario de los pacientes.
El científico se ha convertido en uno de los principales defensores de las propiedades antioxidantes e inmunológicas de este fruto fermentado para mejorar la calidad de vida, así como la prevención del estrés oxidativo, al que todos estamos expuestos. (Con información de EFE Reportajes)