El temblor registrado durante la tarde de ayer en la Ciudad de México provocó un ligero deslizamiento de tierra en el talud ubicado en el fraccionamiento Vista del Campo, en Santa Fe, donde desde el 27 de octubre se han registrado al menos cuatro deslaves.
Después de que se dieran a conocer las condiciones de inestabilidad del terreno, a causa del sobrepeso de dos antenas y de una fuga en el drenaje del domicilio ubicado en Altavista 111, el Gobierno del Distrito Federal comenzó este lunes las obras de mitigación para la posterior demolición de la vivienda. Como adelantó 24 HORAS, se estima que el costo por dichas labores sea de entre 15 y 18 millones de pesos.
Desde aproximadamente las 14:00 horas, personal de la Secretaría de Obras y Servicios del DF acudió a la zona para construir un muro de contención en la parte baja del talud, con el mismo material producto de los recientes desgajamientos.
La barrera busca delimitar la zona de derrumbes y con ello evitar afectaciones en inmuebles aledaños una vez que se demuela la casa, lo cual ocurriría en las próximas 48 horas. También se derribará una construcción que está en obra negra, a la que se le habían colocado sellos de clausura.
Los habitantes de la vivienda en cuestión fueron desalojados para comenzar los trabajos de mitigación. Entre los desalojados se encuentra Arturo Rossette, propietario de la casa, a quien se le acusa de tener parte de la responsabilidad en los deslaves, por la carencia de un drenaje adecuado.
Miguel Ángel Salazar, jefe delegacional de Cuajimalpa, informó a través de su cuenta de Twitter que se colapsó el lado sur del talud. Cerca de un metro cúbico de tierra se vino abajo sin lastimar a los trabajadores que se ubicaban en la base de dicho cerro, detalló.
En tanto, la Secretaría de Seguridad Pública capitalina informó que no hubo daños en viviendas.
Miguel Ángel Mancera, titular del Ejecutivo local, informó que por el momento, los trabajos en la calle de Tamaulipas, al costado de los tres torres próximas al domicilio de Altavista, son de mitigación.
“La demolición será un procedimiento posterior, pero lo primero que vamos a comenzar son los trabajos de mitigación”, dijo.
Elementos de Protección Civil del GDF monitorean continuamente la zona. De acuerdo con autoridades, el reciente desgajamiento fue una consecuencia natural del movimiento telúrico, sin que tuvieran que tomarse medidas extras de seguridad, se prevé que esta semana continúen los trabajos de mitigación de riesgos. Ingenieros de la UNAM continúan con los estudios del suelo. Una vez que cesen los deslaves, las autoridades locales construirán unas canchas de futbol o un área común.