ROMA. Los periodistas italianos Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, que hoy serán enjuiciados en el Vaticano acusados de filtrar y publicar documentos vaticanos, denunciaron que no se respete la libertad de prensa.
“Nunca me habría imaginado que después de la publicación de “Avarizia” habría acabado investigado, mandado al banquillo y procesado ante los jueces pontificios. Procesado por un delito con una pena que va desde los 4 a los 8 años de cárcel”, escribe Fittipaldi en el diario La Repubblica.
Fittipaldi recuerda que “la jurisprudencia vaticana considera un delito la esencia de nuestro trabajo (el periodismo), es decir el poder publicar los hechos que el poder, sea cual sea la forma que tenga, quiere tener ocultos a la opinión pública”.
“El juicio que comienza hoy no es contra mí sino contra la libertad de prensa”, señala el periodista autor de “Avarizia” que anuncia que mañana estará presente en la sala del Tribunal vaticano.
El juicio del llamado Vatileaks2, que hace referencia al de 2012 contra el mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, por los mismos delitos, comienza hoy.
En él están imputados el sacerdote español Lucio Vallejo Balda, secretario de la disuelta Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA); la ex relaciones públicas italiana Francesca Chaouqui, el ex colaborador de la COSEA Nicola Maio y los dos periodistas.
Los periodistas denuncian que en las leyes vaticanas no existe libertad de información, incluida por el contrario en el artículo 21 de la Constitución italiana. Efectivamente, el sistema penal del Vaticano se basa en un antiguo código penal italiano del 10 de junio de 1998 y de un código de procedimiento penal del 27 de febrero de 1913, y que desde entonces ha sufrido mínimas variaciones.