BRUSELAS. Las escuelas y algunas estaciones del metro de Bruselas reabrieron hoy con seguridad reforzada, luego de cuatro días de cierre por el estado de alerta máxima decretado en función del riesgo de un atentado terrorista.
El gobierno movilizó a 200 policías y otros 300 agentes de seguridad para tranquilizar a los ciudadanos.
Aún así, muchos prefirieron evitar los transportes públicos, apuntados como blanco potencial de los yihadistas.
Como resultado, las calles de la capital y las principales carreteras de acceso registraron importantes embotellamientos a partir de las 06:00 horas locales (05:00 GMT).
Las autoridades belgas siguen buscando a un grupo de personas sospechosas de preparar un múltiple atentado contra diversos sitios de Bruselas, similiar al que causó 130 muertos en París, Francia, el pasado 13 de noviembre.
Desde el domingo se han realizado varias operaciones en Bélgica y cinco personas han sido inculpadas en relación con los ataques.
No obstante, el hombre más buscado del país, Salah Abdeslam, sospechoso de haber participado en los atentados de París, sigue en fuga.
El Organismo de Coordinación del Análisis de Amenazas (OCAM) consideró el lunes que el riesgo de atentado permanece elevado y el gobierno decidió mantener el nivel de alerta máximo por lo menos hasta el 30 de noviembre.