La economía mexicana registró un crecimiento al cierre del tercer trimestre del año de 2.60% que superó las expectativas de mercado. Hemos comentado que un aumento en la creación de empleos, en las remesas familiares y en el financiamiento bancario han contribuido a que la demanda interna crezca. También ha mejorado la venta de viviendas y de autos nuevos en México.

 

De enero a septiembre de 2015, la economía mexicana creció 2.5% promedio anual frente a 2.1% en el mismo período de 2014. Tanto el sector primario como el de servicios, que se ha basado en un incremento del consumo privado, han aportado al PIB, mientras que la producción industrial se ha estancado con crecimientos marginales.

 

Sectorialmente, el de medios masivos registró un incremento en este tercer trimestre del año del 9.3% sobre series originales, el de restaurantes y hoteles creció 7.1%, el de servicios corporativos 6.1%, lo que es el de esparcimiento, cultura y deporte aumentó 5.3%, mientras que servicios recreativos y comercio crecieron 4.8%. Esto nos ayuda a visualizar que estamos alineados al contexto internacional, en donde los sectores de servicios en Estados Unidos, China y Europa han venido apuntalando sus crecimientos en este 2015.

 

De continuar con este ritmo de crecimiento, la actual administración del presidente Enrique Peña Nieto estaría generando el mayor promedio sexenal de los últimos tres sexenios, ya que el ex mandatario Vicente Fox logró un crecimiento de 2.20% y el gobierno de Felipe Calderón registró un crecimiento sexenal promedio de 2.32%. Por eso será importante que en 2016 se consoliden las inversiones en los sectores de telecomunicaciones y en el de energía, que permitan crear más empleos y una mejor perspectiva de mediano y largo plazos para México.

 

Consideramos que el riesgo vigente como hasta ahora ha radicado en la posible normalización de tasas de interés por parte de la Fed y su efecto global en flujos de inversión. Sin embargo, pensamos que en este 2016 el movimiento deberá ser “gradual” y ayudará a dar más certidumbre sobre las inversiones.

 

El consumo privado seguirá siendo un motor de nuestra economía y esperaríamos que Estados Unidos empiece a mostrar una recuperación en su producción industrial que ayude a que el desempeño de nuestras exportaciones vuelva a detonarse y crezca a un mayor ritmo.

 

Vendrán elecciones en 12 estados de la República Mexicana que reflejarán un aumento en el nivel de gasto público a pesar de la austeridad requerida. Pero al final de cuentas habrá un gasto social y político que de alguna manera ayudará al consumo.

 

México seguirá destacando entre los mercados de América Latina como una oportunidad de estabilidad y crecimiento frente a países como Brasil, que intentará estabilizarse y salir de su actual proceso de recesión y falta de confianza y credibilidad gubernamental, Argentina con un posible cambio de paradigma le podría llevar cierto tiempo para lograr estabilidad y confianza hacia empresarios e inversionistas, Perú y Chile con la esperanza de que el sector de la minería logre estabilizarse, etc.