La calificadora internacional Moody’s señaló que la baja en la producción de hidrocarburos en Pemex, los altos impuestos que paga la empresa al Estado, así como la incertidumbre en los precios internacionales del petróleo y la necesidad de cubrir con deuda sus requerimientos financieros, fueron argumentos suficientes para reducir su nota de crédito en escala global.
La calificación de A3, que señala riesgo crediticio bajo, le fue asignada a Pemex el 19 de junio de 2014, en un contexto de altos precios del crudo. El 20 de junio la cotización de la mezcla mexicana alcanzó su nivel máximo en ese año al llegar a 104 dólares por barril.
Bajo un nuevo escenario de precios bajos, similares a los de hace siete años, Moody´s redujo la nota de Pemex a Baa1, que apunta a un riesgo de inversión moderado, pues la petrolera tiene indicadores crediticios “débiles” y “se deteriorarán aún más en el corto y mediano plazo”.
Ante el anuncio, la empresa productiva del Estado respondió que la calificación anunciada por Moody´s es similar a la otorgada por Standard & Poor´s y Fitch la cual se mantiene sin cambios desde 2013. Incluso, señaló, las calificadoras han bajado las notas de otras grandes empresas ante las condiciones adversas del contexto internacional con la caída de los precios del petróleo.
Pemex responde a Moody’s
Por su parte, Pemex indicó que ante el entorno económico mundial tomó diversas medidas con el objetivo de mejorar su salud financiera, entre las que destaca la reducción de 60 mil millones de dólares en su Presupuesto para el año 2015, de los cuales 10 mil millones se componen de gastos de nómina, desde el año pasado.
Así lo dio a conocer la empresa productiva del Estado en un comunicado, en el que informó que la revisión a la baja realizada por la calificadora Moody’s, se coloca a la par de las otorgadas por otras calificadoras internacionales, como Standard & Poor´s y Fitch, las cuales han mantenido ese nivel desde el año 2013.
Entre septiembre y octubre de este año, Standard & Poor´s ha bajado la calificación a negativo a las más grandes petroleras del mundo, como British Petroleum, Exxon, Shell, Chevron, así como la noruega Statoil, la brasileña Petrobras y la española Repsol, mientras que a Pemex la mantuvo en el rango de estable.
Pemex informó que esta calificación se da en un contexto internacional adverso, en el que la caída de los precios del petróleo han provocado la baja de las calificaciones de otras grandes empresas petroleras del mundo.
Pemex detalló las medidas que adoptó desde finales de 2014, entre ellas, “la desinversión de activos no estratégicos para enfocarse en las actividades más rentables que permitan generar valor económico, y la búsqueda de asociaciones estratégicas para impulsar tanto proyectos existentes como nuevos en todas las áreas de la cadena productiva en exploración, producción y transformación industrial, aprovechando las ventajas de la Reforma Energética”.
También concluyó exitosamente la negociación del nuevo sistema de pensiones que permitirá una reducción sustancial en los pasivos laborales de la paraestatal, tras modificar los requisitos de antigüedad y edad para acceder a la jubilación completa.
Pemex también enfatizó el descubrimiento de diversos yacimientos petroleros que incrementaron las reservas de crudo mexicano hasta en 350 millones de barriles.
Finalmente, la empresa petrolera aseguró que gracias a la reforma energética, “será posible continuar ejecutando las acciones que permitan mejorar la estructura de capital de la empresa, en beneficio de todos los mexicanos.”
El 16 de septiembre, Moody’s anunció que iba a revisar a la baja la calificación de todo el sector de petróleo y gas. (Con información de CNN y Notimex)