El presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva, afirmó que están dadas las condiciones para aprobar antes del próximo 15 de diciembre, la reforma política para el Distrito Federal.
En un comunicado, destacó que al avalar esta reforma constitucional se marcaría un paso histórico para el país al transformar su capital, Distrito Federal, a la “Ciudad de México”, lo que sería el estado 32 de la República con autonomía de gobierno y gestión.
Zambrano Grijalva planteó que hay voluntad del gobierno federal, así como de todas las fuerzas representadas en el Poder Legislativo para respaldar la iniciativa impulsada por el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa desde agosto de 2013.
El diputado perredista agregó que forma parte de los recientes acuerdos establecidos con esa soberanía y es uno de los principales temas pendientes de la agenda del Congreso de la Unión en el marco de las reformas constitucionales pactadas en 2013.
Resaltó la importancia de darle curso antes de que finalice el actual periodo ordinario de sesiones para dar margen a que las autoridades locales hagan lo correspondiente en lo que toca a la conformación de la Asamblea Constituyente que establezca la primera Constitución de la Ciudad de México.
Señaló que para lo anterior se establecen en la minuta plazos definidos para la creación de la Constitución de la Ciudad de México, como será la constitución de una Asamblea Constituyente, que sería integrada en proporción mayoritaria mediante el voto el primer domingo de junio de 2016 y se instalará el 15 de septiembre del mismo año.
La Ciudad de México deberá tener su primera Constitución Política a más tardar el 31 de enero de 2017, señala la minuta de reforma política del Distrito Federal.
Zambrano Grijalva recordó que el pasado 29 de abril esta minuta fue turnada a las comisiones de Puntos Constitucionales (para dictamen) y del Distrito Federal (para opinión).
Entre los principales cambios que se proponen están las transformaciones que tendrá el Distrito Federal, pues cambia su nombre a “Ciudad de México” y se mantiene como capital del país.
Se elimina la figura jurídica de “Delegaciones políticas” y se crean las “Demarcaciones territoriales” que serán encabezadas por un alcalde y contarán con un cabildo.
Desaparece la Asamblea Legislativa para dar paso a un Congreso local que poseerá facultades de aprobar o rechazar reformas constitucionales, como ocurre con el resto de los congresos estatales.
Además los nombramientos del procurador general de Justicia y del Titular de la Secretaría de Seguridad Pública serán hechos por el jefe de Gobierno y ya no por el Ejecutivo Federal.
Los salarios no podrán ser inferiores al mínimo para los trabajadores en general respecto de las entidades federativas.
La ciudad de México estará obligada a vigilar los recursos federales que se ejerzan o administran en las demarcaciones territoriales, y el gobierno federal mantendrá la responsabilidad del financiamiento a la educación y a los servicios de salud.