La Organización Panamericana de la Salud (OPS), afiliada a la OMS, dio a conocer este lunes que 17 países y territorios en América reportan haber eliminado la transmisión de madre a hijo del VIH y la sífilis, certificación que sólo tenía Cuba.

 

En un comunicado de prensa, la OPS informó que en 2013 eran sólo 8 los países con datos que acreditaban la erradicación de este tipo de transmisiones y ahora son 16 los que pueden solicitar la validación oficial que la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Los países y territorios en condiciones de hacer esta solicitud son: Anguila, Antigua y Barbuda, Barbados, las Bermudas, Canadá, Chile, Cuba, Dominica, Estados Unidos, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes (Reino Unido), Islas Vírgenes (EE.UU.), Montserrat, Puerto Rico, Saba y San Cristóbal y Nieves.

 

De acuerdo con datos que proporciona dicho organismo, estas naciones y territorios concentran el 34% de los nacimientos de América, una región donde se estima que alrededor de dos mil 500 niños nacieron con el virus del VIH este año.

 

“Los países de América han hecho grandes esfuerzos para disminuir la transmisión materno infantil del VIH, reduciendo a la mitad las nuevas infecciones desde 2010. Pero podemos hacer más para proteger a las madres y a los niños, en pos de lograr una generación libre de sida”, afirmó la directora de la OPS, Carissa Etienne.

 

La OMS otorga la certificación de erradicación de VIH una vez que se registran menos de dos bebés infectados por cada 100 nacidos de madres portadoras de virus. Por su parte, la evaluación de la sífilis es de menos de un caso por cada 2 mil nacidos de madres con la enfermedad.

 

En tanto, datos de organismos internacionales en el cuidado de la salud estiman que el número de niños que nacieron con VIH en el continente se redujo un 45 % entre 2010 y 2013, con un total de 2.324 casos ese año.

 

Mientras, el número de niños que nacen cada año con VIH en el mundo se ha reducido casi a la mitad desde 2009, al pasar de 400 mil a 240 mil en 2013, una cifra lejana al objetivo de que haya menos de 40 mil nuevas infecciones infantiles por año para 2015.