PARÍS. Estados Unidos, como primera economía mundial y segundo emisor de gases de efecto invernadero, reconoce su papel en el calentamiento global y asume su responsabilidad de hacer algo contra ello, aseguró el presidente Barack Obama en su discurso ante la Cumbre del Clima (COP21).

 

El mandatario estadunidense recalcó que “somos la primera generación en ver el impacto del cambio climático y la última que puede hacer algo al respecto”.

 

“He venido aquí personalmente para decir que Estados Unidos no solo reconoce su papel en la creación de este problema, sino que asume su responsabilidad de hacer algo”, señaló.

 

Convencido de que “el cambio climático puede definir los contornos de este siglo”, Obama dijo que el planeta se encuentra “en un punto de inflexión”, como lo demuestra que 14 de los 15 años más cálidos se han registrado entre 2000 y 2015, y supone “el momento en el que decidimos firmemente salvar nuestro planeta”, agregó.

 

“Ninguna nación, rica o pobre, grande o pequeña, es inmune a lo que eso significa”, aseveró.

 

Cinismo, el peor enemigo

 

Tras alertar de que “uno de los enemigos de la COP21 es el cinismo”, enfatizó que ha habido progresos en la lucha contra el calentamiento global en los últimos años, por lo que ahora el objetivo es “una estrategia a largo plazo que dé confianza al mundo”.

 

“Garanticemos un acuerdo ambicioso” que tenga en cuenta las diferencias que separan a cada Estado, dijo, al tiempo que pidió la “transparencia” en el cumplimiento de sus compromisos de todos los países.

 

Por ello, consideró que si todos los países participantes en la cumbre del clima -195 más la Unión Europea- deciden “actuar ahora, no será demasiado tarde para la próxima generación”, y finalizó su intervención con un llamamiento: “Pongámonos a trabajar”.

 

Mantener la cumbre, desafío a quienes quieren destruir nuestro mundo

 

Obama mostró su apoyo a Francia tras los “bárbaros atentados” del pasado 13 de noviembre, “no solo para hacer justicia con la red terrorista responsable de esos ataques, sino también para proteger a nuestra gente y mantener los valores que nos hacen fuertes y libres”.

 

En esa línea, consideró que mantener la celebración de la conferencia del clima “es un acto de desafío” hacia quienes “quieren destruir nuestro mundo”.