Desde el 18 de noviembre, Miguel Ángel Cárdenas Díaz está en huelga de hambre en demanda de su derecho humano a la libertad. Aunque cuenta con un amparo que lo respalda para ello, este licenciado en derecho quien obtuvo su título con la tesis “Inoperancia de las penas excesivas para alcanzar la Reinserción Social”, tomó esta medida en reclamo ya que la juez del caso no ha dictaminado.
A través de las redes sociales: “Miguel Ángel Cárdenas (Libre)” en Facebook, @CardenasLibre en Twitter, y el hashtag #CardenasLibre, se inició una campaña para solicitar que las autoridades le otorguen la libertad preparatoria, aunque hasta este martes la jueza del caso no se ha pronunciado y la ley no estipula un tiempo límite para ello.
Cárdenas Díaz ha cumplido 14 años y medio de prisión, de su sentencia de 31 años y 11 meses, y pesé a que ha demostrado superación y amplio interés en reinsertarse en la sociedad, vive en incertidumbre al interior de la Penitenciaría del Distrito Federal, en Santa Martha Acatitla.
Fue preso en junio de 2001 y se le dictó sentencia de 72 años y 6 meses de prisión, pero a falta de pruebas fehacientes de responsabilidad inequívoca, y tras años de lucha la sentencia disminuyó. Se le considera un caso único en el sistema penitenciario mexicano.
Ayer, Miguel Ángel envío una carta al Consejo de la Judicatura, dirigida en especial a los magistrados y jueza que llevan su caso. En la misiva señala está postrado por el dolor del hambre pero a través del uso de su cuerpo busca dar a conocer sus demandas.
“Mi trayectoria en prisión demuestra el constante interés por regresar a la sociedad, es principio de igualdad, aplicar la ley imparcialmente. Así mismo, el Sistema Penitenciario se organiza sobre los principios de legalidad, respeto a la dignidad humana, la mínima afectación; no agravando más el sufrimiento inherente a la pena y tendera a reducir las diferencias entre la vida en el interior de la cárcel y la vida en libertad”, se lee en un fragmento de la carta que fue subida al perfil de apoyo en Facebook.
Hasta ahora la jueza Cuarta de Ejecución de Sanciones Penales en el Distrito Federal, Karina Becerril Chávez, no se ha pronunciado al respecto dejando en la incertidumbre la libertad preparatoria.
En tanto, la defensa del hombre de 39 años señala que enfrenta violaciones a sus derechos humanos, debido a que en el penal no se le brinda atención médica adecuada aún cuando desde hace dos semanas su ingesta es solo agua y miel.