Las acciones emprendidas por el Gobierno Federal en materia de seguridad y procuración de justicia han logrado que la tasa de incidencia delictiva del fuero común en el país disminuyera, a tal grado de ser la segunda más baja de los últimos 17 años.
Desde que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, tomó posesión del cargo, en diciembre de 2012, aseguró que su primer eje de Gobierno sería lograr “un México en Paz”, siendo ésta la primer meta del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, el cual fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 20 de mayo de 2013.
En el documento, el gobierno de la República señala que el objetivo de lograr un México en Paz responde a un nivel de inseguridad que atenta contra la tranquilidad de los mexicanos y que, en ocasiones, ha incrementado los costos de producción de las empresas e inhibido la inversión de largo plazo.
Por ello, se estableció como prioridad, en términos de seguridad pública, abatir los delitos que más afectan a la ciudadanía mediante la prevención del delito y la transformación institucional de las fuerzas de seguridad.
Los objetivos se enfocaron a disminuir los factores de riesgo asociados a la criminalidad, fortalecer el tejido social y las condiciones de vida para inhibir las causas del delito y la violencia, así como construir policías profesionales, un Nuevo Sistema de Justicia Penal y un sistema efectivo de reinserción social de los delincuentes.
De acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre 2007 y 2012 el total anual de denuncias por homicidio doloso aumentó de 10 mil 253 a 20 mil 548.
En ese contexto, las políticas públicas orientadas a disminuir la incidencia consiguieron que a nivel nacional, en los primeros diez meses de 2015, los homicidios dolosos se redujeran 23.3% respecto al mismo periodo de 2012. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó una disminución en la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, de 22.1 en 2012 a 16.4 en 2014.
Lo anterior significa que en los primeros dos años se logró reducir la tasa de homicidios a nivel nacional en 25.9%.
En los primeros diez meses de 2015, los secuestros disminuyeron 29.3% respecto al mismo periodo del año anterior. Además, para garantizar una vida libre de violencia a las mexicanas, se crearon 24 Centros de Justicia para la Mujer en 18 entidades federativas.
En su tercer informe de gestión, el jefe del Ejecutivo destacó los esfuerzos para la prevención social de la violencia y la delincuencia. Para ese momento, 92 de los 122 delincuentes más peligrosos del país ya habían sido capturados.
A finales de 2012, la transición al Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio apenas había iniciado en 12 entidades en el ámbito local. En 2015, ya opera, de forma total o parcial, en 31 entidades federativas, de acuerdo con datos de la Presidencia de la República.
A pesar de los esfuerzos, el gobierno federal reconoce que aún no se puede cantar victoria, por lo que continua en el camino de lograr cumplir los objetivos de “México en Paz”.