TOKIO. El gobierno metropolitano de Tokio aceptó la propuesta del Ejecutivo japonés de asumir una cuarta parte del costo del nuevo estadio olímpico para los Juegos de Tokio 2020, para cuya construcción aportará 39 mil 500 millones de yenes (unos 321 millones de dólares).
El gobierno de la capital y la Administración central concluyeron así las negociaciones sobre los costos compartidos del estadio, cuyo presupuesto total asciende a 155 mil millones de yenes (mil 260 millones de dólares), recogió hoy la agencia Kyodo.
Las fuertes críticas en torno a su excesivo coste llevaron al Ejecutivo japonés a desechar el pasado agosto el proyecto original, diseñado por la arquitecta Zaha Hadid, después de que la estimación de su coste casi duplicara el presupuesto inicialmente previsto debido a la complejidad de su diseño.
El gobernador de Tokio, Yoichi Masuzoe, que rechazó la solicitud del gobierno de proporcionar 50 mil millones de yenes (406 millones de dólares) para el proyecto original de Hadid, no ha mostrado oposición con respecto al nuevo volumen que deberá aportar la región metropolitana para el futuro estadio.
Los gastos de construcción, rediseño y demolición del anterior estadio de Tokio 1964 (donde se asentará la nueva sede olímpica) ascienden a un total de 160 mil millones de yenes, (mil 301 millones de dólares), según ha cifrado el Ejecutivo, y se dividirán entre tres agentes.
El gobierno central aportará 80 mil millones de yenes (650 millones de dólares), Tokio se hará cargo de 39 mil 500 millones de yenes (unos 304 millones de euros/321 millones de dólares) y la parte restante se financiará a través de la lotería y quinielas deportivas.
El Ejecutivo se enfrenta ahora a un nuevo reto, cumplir los plazos de la construcción.
El Consejo de Deportes de Japón (JSC) se ha marcado el objetivo de terminar la edificación del complejo a finales de enero de 2020, y tiene previsto haber seleccionado el nuevo diseño y un contratista para finales de este año.