Durante este año, los mercados financieros han experimentado eventos que muestran que las condiciones económicas mundiales siguen inciertas. Desde el inicio de 2015 sabíamos que la Fed buscaría normalizar “pronto” su política monetaria y por otra parte que economías como la Zona Euro, China y Japón iban a necesitar de mayores estímulos monetarios, lo que daba como resultado un dólar relativamente más fuerte.
También que los precios de materias primas venían con ajustes importantes como el del petróleo. Además, se conoció el posible acuerdo de Irán y su programa nuclear para levantar sanciones y poder integrarse al comercio mundial de crudo en 2016, lo cual está siendo una realidad.
Durante el primer semestre las condiciones fueron relativamente estables, con Europa en recuperación y creciendo a ritmos superiores a 1.0%. Estados Unidos, que había presentado un primer trimestre débil por el tema climático recuperó su ritmo de manera rápida hacia el segundo trimestre. China lograba mantener crecimientos trimestrales de 7.0% y Japón, con algunas inconsistencias, mostraba el efecto de una política monetaria flexible e intenciones del gobierno de llevar la economía a un crecimiento consistente.
Pero algo pasó, la producción industrial mundial sufrió una fuerte desaceleración ante la fortaleza del dólar que afectó también los intercambios comerciales mundiales. El resultado fue una desaceleración mayor en China, que en agosto generó una turbulencia.
Las caídas en materias primas afectaron a países como Brasil y Canadá, que cayeron también en recesión técnica. Por su parte, Estados Unidos tuvo efectos negativos en su balanza comercial, lo que llevó a la Fed a considerar temporalmente “el efecto global” como una amenaza hacia su economía y así no mover sus tasas en septiembre.
En divisas, el peso mexicano se ha depreciado casi 12.5%, el real brasileño 45%, mientras que el euro retrocede 12.8% frente al dólar.
El precio del petróleo viene retrocediendo más de 20% en el caso de la mezcla mexicana, aunque hay que aclarar que la cobertura realizada para 2016 por el gobierno federal fue exitosa, sobre los 49 dólares por barril, cuando ahora se ubica en torno a los 35 dólares por barril.
Tampoco ha sido buen año para el oro, que pierde 10% en este 2015 y destaca la caída de 28% en el precio del cobre.
Estamos muy cerca de la última reunión de la Fed. El día de mañana el BCE decidirá si aumenta su estímulo monetario a la economía de la zona, el jueves se tendrá la reunión de la OPEP para ver si buscan estabilizar los precios del crudo al menos y el viernes el dato de empleo americano al mes de noviembre. Así, diciembre será un mes movido pero esperamos cierres más dignos que los registrados hasta el momento.